Cerca de un centenar de ilicitanos se dio cita ayer en la Basílica de Santa María para arrancar una peregrinación hacia la pedanía de Perleta. El objetivo era rendir tributo al patrón de este entorno rural y de Maitino, San Vicente Ferrer, en conmemoración al año jubilar, ya que se cumplen 600 años de la muerte del confesor y predicador valenciano. A primera hora de la mañana varias familias al completo se congregaron en Santa María y después de la misa de las diez emprendieron una ruta hacia el entorno rural acompañados del párroco de la basílica, Don José. Ataviados con ropa de deporte, bastones y zapato cómodo, los peregrinos alcanzaron la Avenida de Alicante hasta pasar por el Martínez Valero y alcanzar al mediodía la ermita de Perleta, enclave en el que los vecinos esperaban al grupo para la misa en honor al patrón.

Desde la comisión de fiestas de Perleta y Matino explican que al menos en los últimos veinte años no recuerdan un evento de confraternidad de este tipo, que además sirvió para que los vecinos de la ciudad también profundizasen más en las tradiciones del Camp d'Elx. Después del acto litúrgico, los asistentes disfrutaron de un sopar del cabasset en el centro social de ambas pedanías, acto que dio por concluida la jornada dominical.

Conmemoración

ConmemoraciónCon motivo del jubileo de San Vicente Ferrer, el patrón de Perleta y Maitino salió acompañando al guardacostas Francesc Cantó y a la Mare de Déu en la venida de la virgen, al igual que se organizó la procesión de las antorchas el pasado 10 de febrero y se han realizado charlas sobre la parroquia de Perleta en año jubilar, a cargo del archivero de la basílica de Santa María, Joan Castaño.