Un hombre de 63 años ha sido condenado a 11 años de prisión por abusar de su sobrina desde que tenía 8 años hasta los 11, cuando confesó el infierno por el que estaba pasando, además de someter a diversos tocamientos al hermano de la víctima, de cinco años de edad. Los hechos ocurrieron en Pilar de la Horadada. Así lo asegura la sentencia de la Sección VII de la Audiencia, con sede en Elche, que considera probado el testimonio de la menor. Ésta confesó los abusos a los que era sometida a un profesor del colegio en el que estudiaba durante la realización de un examen en el que se vino abajo y estalló.

Según recoge la sentencia, los tocamientos a la menor comenzaron cuando esta tenía apenas ocho años. El acusado, que es tío de las víctimas, vivía en la misma casa junto a los padres de ambos, por lo que había una relación de confianza con los menores. Muy cerca estaba también la casa de los abuelos de los niños, donde pasaban buena parte de la tarde. Así, el acusado aprovechaba la relación de confianza con el resto de familiares, y muy especialmente con los pequeños, para bajarle los pantalones y satisfacer sus deseos sexuales.

La sentencia recoge que, en el caso de la menor, trató incluso de violarla, si bien no pudo consumar la agresión sexual por la negativa de la niña. Los pequeños, debido al miedo a que se rompiera la aparentemente buena relación familiar, llegaron a pactar que no contarían nada de lo sucedido hasta que el acusado falleciera. Un pacto que, por fortuna, la menor no pudo cumplir tras contarlo en su centro escolar.

Guardia Civil

Desde el colegio dieron aviso a la madre de las víctimas, quien interpuso una denuncia ante la Guardia Civil en marzo de 2014. Los abusos se prolongaron durante cerca de tres años, según recoge el fallo, y la niña, ahora ya adolescente, arrastra secuelas psíquicas «consistentes en trastorno de estrés postraumático crónico con elevada sintomatología ansioso-depresiva», tal y como reza la sentencia. En el caso del otro menor, también sufrió estrés postraumático, según recoge la sentencia. Por ello, el tribunal también ha condenado al acusado a indemnizar a la menor con 35.000 euros, y a su sobrino con otros 15.000. Además, no podrá acercarse a ella a menos de un kilómetro durante un periodo de 14 años. Un tiempo que se reduce a la mitad en el caso del niño, para proteger a las víctimas aunque el hombre termine de cumplir la condena de prisión que le ha impuesto el tribunal.

El acusado había negado en el juicio los hechos y los atribuía a una invención de la niña por una rencilla familiar. Sin embargo, las pruebas aportadas en el juicio, el testimonio de los pequeños y los informes periciales han sido para el tribunal una prueba más que suficiente para dictar la sentencia.