Su padre falleció en 2007 y su madre a principios de este año. Seguramente este sea el motivo por el que Gaspar Jaén (Elche, 1952) haya querido reflexionar sobre la muerte. Publicador impulsivo, no se le ha ocurrido una forma mejor de hacerlo que a través de una antología en la que ha recogido algunos de los poemas que ha escrito durante su vida con el fin de la existencia como eje principal. De paso, esta también es la manera en la que rinde su particular homenaje a sus progenitores, como indica el propio título del libro: Recordatori. Homenatge darrer als pares, que el autor presentará el jueves, 14 de febrero, a partir de las 19.30 horas en el aula de cultura de Radio Elche. El acto, con entrada libre, estará presentado por el director del Secretariado de Investigación de la Universidad de Alicante, Juan Mora.

Con esta nueva publicación el escritor y arquitecto ilicitano también pone fin a una serie de ocho libros en la que ha tratado algunas de sus principales pasiones, que van desde la arquitectura al Misteri d'Elx, pasando por la poesía o el paisaje urbano de grandes urbes como Londres o Nueva York. Su nueva obra llega en gran formato, Din A4, y papel cuché de gran calidad y ya se puede adquirir en algunos establecimientos de Elche, como la librería Ali i Truc. También se puede consultar en el repositorio virtual de la Universidad de Alicante, institución académica en la que Jaén imparte clases.

A través de los poemas y las fotografías que ilustran el libro, el autor rememora las vivencias de una familia de Elche, la suya, durante la segunda mitad del siglo XX y la primera década del XXI. Los poemas que ha recopilado cuentan con el trasfondo de la muerte pero las imágenes que les acompañan desprenden mucha vida, con estampas cotidianas de celebraciones religiosas, días en las playas de Santa Pola o el Pantano o jornadas que pasaban entre las palmeras de los huertos.

Esta antología puesta en marcha a raíz de la muerte de su madre es la tercera que realiza Jaén durante su trayectoria como escritor, tras las dos anteriores que ha dedicado a los jardines y la arquitectura de las ciudades. Ahora evoca la vida familiar de origen agrícola y la presencia de la muerte, tratando otras cuestiones como la antropología valenciana, la poesía del siglo XX, la fotografía de carácter costumbrista o la cultura tradicional. «En nuestra sociedad no se habla de la muerte cuando está más presente que nunca, en la violencia machista o en los accidentes de tráfico», reflexiona el ilicitano.

En esta nueva publicación no se maquilla ni se edulcora la cuestión de la muerte, basta con mirar la contraportada, ilustrada con una fotografía de la lápida de los padres de Jaén y la locución latina «sit vobis terra levis», que el autor traduce de dos maneras distintas: «que os sea ligero el peso de la tierra» o «que nos sea ligera la tierra pesada».

Detallista como es Jaén, ha cuidado hasta el mínimo detalle de esta publicación sobre la vida y la muerte con la que cierra su serie de ocho volúmenes. Muestra de ello es el contraste entre unas tapas que desprenden un tono casi lúgubre y el papel cuché del interior, muy colorido y repleto de vitalidad, como si fuera un alegato a favor de la existencia.