La falta de trabajadores sociales en los centros municipales durante un mes ha pasado factura a las ayudas de emergencia en Elche para familias con problemas económicos, que les permiten sufragar el pago de facturas, alquiler o comida. La ausencia de una plantilla completa durante todo el mes de enero en los centros sociales de la ciudad ha hecho que algunos usuarios, con escasos recursos, hayan estado durante todo ese tiempo sin poder hacer sus peticiones para recibir unas prestaciones que se ingresan cada trimestralmente.
Ha sido el 1 de febrero cuando el Ayuntamiento ha repuesto el personal, pero al haber estado un mes sin servicio, tiene que empezar ahora a tramitar todas las ayudas pendientes, lo que le obligará a hacer una comisión extraordinaria para resolver las citas sin atender, según reconoció la edil de Bienestar Social, Tere Maciá, quien no pudo precisar cuántas son, pero sí aseguró que a final de la próxima semana se pueda solventar la situación. Además, la concejal del área ha asegurado que todos los casos urgentes han estado atendidos. Este problema se ha producido porque los trabajadores sociales que contrata el Ayuntamiento, a través de una bolsa de empleo, prestan un servicio de seis meses. Ante ello, en diciembre acabaron sus contratos y ha sido el 1 de febrero cuando Recursos Humanos ha incorporado al nuevo personal, tal y como explicaron desde Bienestar Social. Según el ejecutivo local, la contratación de los trabajadores sociales siempre se ha producido cada seis meses y todos los años ha habido unas semanas en las que los centros sociales han estado sin los asistentes encargados de tramitar unas ayudas de vital importancia para muchas familias. Ahora, lo cierto es que el retraso en disponer de los trabajadores sociales se ha alargado más de lo previsto, según reconocieron desde el equipo de gobierno. De ahí las quejas de los usuarios, que aseguran haber puesto reclamaciones.
Falta de personal
Para evitar este tipo de situaciones, el departamento de Bienestar Social ha reclamado a Recursos Humanos que las contrataciones de los trabajadores sociales sean de un año, en lugar de seis meses. No es la primera vez que se producen quejas por el colapso en Servicios Sociales ante la falta de personal y la carga de trabajo.
El mes pasado solicitantes de la Renta Valenciana de Inclusión Social denunciaban llevar siete meses a la espera de cobrar las ayudas (el plazo máximo es de nueve meses). Precisamente, la tramitación de estas prestaciones promovidas por la Conselleria de Políticas Inclusivas, para garantizar unos ingresos mínimos a personas en situación de vulnerabilidad ha desbordado en los últimos meses al departamento de Bienestar Social. Tanto es así que en Elche hay 2.000 personas que van a recibir esas prestaciones. Para este año, la Concejalía tiene previsto ampliar los equipos, a través de las bolsas de empleo, tras haber recibido 2,4 millones de euros de fondos del Consell.
«Soy parada de larga duración y mis facturas no pueden esperar»
J. P., una vecina de Los Palmerales, de 59 años y en paro desde hace siete, es una de las usuarias afectadas por el retraso en contratar a personal en los centros sociales de Elche. Ella tenía que haber sido atendida en las dependencias municipales de su barrio el 31 de enero, para poder renovar la petición de las ayudas de emergencia. Sin embargo, pese a tener cita ese día, se encontró con que no había trabajador social que pudiera realizar esa gestión. Pese a tratar de hacerlo en otros centros sociales, asegura que tampoco pudo ser atendida. «Dependo de esas ayudas para pagar los recibos y mis facturas no pueden esperar», lamenta la afectada. Ahora, tendrá está a la espera de poder registrar su solicitud, pero teme que la situación se alargue más en el tiempo.
