Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Justo Medrano: «La Universidad vive de espaldas a Elche, no tiene impacto en la ciudad»

Con un papel activo en la puesta en marcha de la UMH, no está nada contento con lo que ve tras las dos primeras décadas de vida de la institución académica

El exdecano de Medicina, Justo Medrano, esta semana frente a la basílica de Santa María antes de iniciar la entrevista con este diario. aNTONIO AMORÓS

La Universidad Miguel Hernández (UMH) ha superado sus primeras dos décadas de existencia. Llegados a este punto, ¿qué relación tiene con Elche?

La UMH, salvo acciones puntuales y esporádicas, como son tres cátedras que funcionan muy bien y el hecho de que el presidente del Consejo Social sea ilicitano, vive de espaldas a Elche. Está en terrenos cedidos por la ciudad, que ni siquiera se han cobrado, y hay una barrera virtual que impide que los estudiantes se introduzcan en el cuerpo, alma y espíritu ilicitano. Deben beber de la inmensa cultura que tiene Elche y, al mismo tiempo, enseñarnos a nosotros. Elche es una ciudad industrial, zapatera, alpargatera, que ha emergido en el mundo social y económico en los últimos 50 años. Ahora aspira a una mayor cultura actual, que vaya más allá de la histórica.

Esto que cuenta, ¿pasa con otras universidades cercanas?

A nosotros nos falta lo que Alicante tiene, que cambió cuando llegó la UA. Hasta su rector, Manuel Palomar, ha sido propuesto como alcaldable. Ahí te das cuenta de cómo se sumerge la universidad en el pueblo. No es lo que queremos en principio, pero es que en Elche eso sería impensable. Al rector (Jesús Pastor) no se le conoce, no pisa Elche. Sólo para la farándula o alguna fiesta. Queremos que en la Glorieta y en todos los barrios haya una presencia de intelectuales de la UMH, en las tertulias, en la prensa, en los círculos de pensamiento? En Elche sólo viven unos seis o siete profesores titulares.

¿Tiene responsabilidad el Ayuntamiento en que se haya llegado a este extremo?

Ha habido pasividad por parte de la ciudad. El Ayuntamiento hizo un esfuerzo colosal. Desde el respeto de la autonomía de la Universidad, la ciudad tiene que reivindicar que se le llame UMHE. Mucha gente lucha por ello. Detrás nos falta la autoridad del Ayuntamiento. Las asociaciones de comercio están obsesionadas con el Mercado Central, que es comprensible. Lo que no entiendo es que no vayan a la Universidad a firmar convenios y reclamar sus derechos. Hemos sido una sociedad pasiva.

Tras dos décadas, ¿podemos hablar de oportunidad perdida?

Es una oportunidad perdida. No se ha producido ningún impacto de la UMH en el tesoro social, económico y cultural de la ciudad, más allá de las cátedras de ciudadanos de Elche que lo hacen muy bien, y que también lo harían igual de bien en cualquier otro lugar. Es un desencuentro en el que, salvo acciones esporádicas y puntuales, no ha cuajado la presencia real de la Universidad. Podemos hablar de oportunidad soslayada más bien. ¿Qué se puede hacer ahora? Esto lo tiene que reconducir la sociedad ilicitana porque la UMH estará contenta si sigue igual.

¿Cuáles son las soluciones que se pueden plantear para reconducir la situación actual?

El 70 por ciento del terreno de la UMH está en el campus de Elche, en La Galia. Toda nuestra oferta, comercial, agrícola, gastronómica, industrial, empresarial, tiene que estar allí, hacer semanas temáticas en la Universidad. Luego, si ellos no se dan por aludidos, seguirá todo igual. Nosotros tenemos que reclamar. Ahora parece que el nuevo rector va a ser más de lo mismo. La UMH se tiene que dar cuenta de lo que pasa y ajustarse al derecho. También vamos a reclamar una sede real en el corazón de la ciudad.

La compra del Aula de Cultura de la Fundación Caja Mediterráneo es uno de los asuntos más espinosos en la actualidad universitaria...

Lo que no puede ser es que se quiera comprar un edificio y no pasen de la tasación, que se quedó en 3,6 millones. Antes de que me muera quiero ver que está en marcha. No sólo es la compra, hay que hacer un diseño funcional, la reforma, comprar material y contar con una plantilla. En el presupuesto aprobado para 2019, de 106 millones, no está prevista la compra del Aula de Cultura de la Glorieta.

Esta compra o la utilización del albergue juvenil de Altabix serían muy buenas acciones para reconducir la relación entre la UMH y la ciudad, ¿no?

Es algo vital. No podemos seguir igual. El problema es que no hay interés ninguno y mucho desconocimiento por parte de la sociedad ilicitana. No nos han dicho la verdad ni se someten a preguntas. Tienen su independencia pero se les puede cuestionar. No hay relación con la ciudad más allá del Consejo Social.

Hablando de sedes en la ciudad y comparando con la UA, ¿Alicante está mejor en esto?

No hay derecho a que una universidad hermana tenga dos sedes en el centro de Alicante, nobles y preciosas, que funcionan muy bien y en Elche no haya ninguna. Está demostrado que a la UMH no le interesa tener una sede en el centro. Ahora va a destinar 46 millones para un nuevo edificio cultural y no hay dinero para gastarse 3,6 en el Aula de Cultura. No se lo cree nadie.

¿El pueblo ilicitano ve la Universidad como algo suyo o se siente ajeno a ella?

Cuando se empezó a hablar de la Universidad de Elche, antes de que fuera aprobada por ley, en 1996, apareció una polémica universitaria y política muy grande. Invitamos entonces a Jesús Rodríguez Marín, Jesús Pastor, José María Gómez Gras y algún otro líder más para participar en una mesa redonda. Nos trajimos la Universidad con la Facultad de Medicina incluida, con el desgaste personal y social que supuso. Entonces se veía el futuro con esperanza, había un movimiento social y del Ayuntamiento.

¿Qué ha pasado para que no se mantenga esa esperanza?

La comisión gestora estaba en Carrús. Se notaba la presencia social de la UMH en Elche. Aquello duró unos pocos años sólo. En un momento determinado se hablaba de la segunda Venida más importante que ha tenido Elche. ¿Ha venido a Elche algo más importante en los últimos siglos que una Universidad? Está de espaldas, cercada, con un ferrocarril que genera una separación real. No se ha producido la incardinación de la inteligencia de la UMH en nuestra sociedad. Por no hablar de lo económico o comercial.

En este último contexto económico y comercial tienen mucho que ver los institutos que pertenecen a la UMH...

Hay una visión sesgada que va hacia la línea histórica industrial de la ciudad. Elche ya era industrial antes de que llegara la Universidad. Lo que hacen ahora con el Parque Científico, que es excelente, es unirse al Parque Industrial. Se proyecta esa cultura a grupos localizados. Estas personas, a las que respeto como compañeros míos, no están aquí. La inteligencia del alumnado y el profesorado ni está en Elche ni se identifica con la ciudad. Ya teníamos la tradición industrial desde la alpargata. Ellos se benefician de una rebaja del 10% en la construcción de edificios. Queremos que todo esto llegue a la ciudad: a la Glorieta, a Puertas Tahúllas, a Carrús? Elche ha perdido una oportunidad por su pasividad y no sé si hay vuelta atrás?

Antes señalaba que el rector es un desconocido en la ciudad y que sería impensable que se postulara como alcaldable. Ahora que acaba su etapa de ocho años al frente de la UMH, ¿cuál es el balance?

Rodríguez Marín hizo un muy buen trabajo y Pastor se encontró con una gran Universidad y ha dejado que llevara su camino intrínseco, autónomo y propio sin añadir nada más. Ese es el balance respetuoso que hago de estas dos personas. Está claro que Pastor no puede ser alcaldable porque no lo conoce nadie, salvo por cuatro fotos puntuales que se ha hecho. Con respecto a Elche no ha aportado absolutamente nada. Otra cosa es el producto interior de la UMH. Ha pasado ocho años sin arremangarse los pantalones, sin mojarse.

Ahora todos los caminos llevan a que el actual vicerrector de Infraestructuras, Juan José Ruiz, sea el nuevo rector...

Para Elche sería mejor que hubiera más de un candidato porque a todos les podríamos preguntar sobre lo que piensan para la ciudad. Tenemos un candidato inducido por la nomenclatura, más de lo mismo. Pastor lo ha introducido inteligentemente y ha achantado y acallado a otros posibles candidatos porque tiene el aparato a su disposición. Ni siquiera va a haber elecciones en mi Universidad, que debería ser un espacio de pensamiento democrático y razonamiento inteligente. Nadie se atreve a ser candidato y menos siendo de Elche.

¿Conoce a Ruiz?

Lo conozco de haberlo visto en los inicios de la UMH. Era un hombre joven, prudente y reservado. Mucho más no puedo decir sobre él. Es otro perfecto desconocido aunque ya se está postulando en alguna comida de campo. Seguro que hará movimientos para que aparezcan la foto y el vídeo coyuntural. Que no se equivoque, eso no es a lo que aspiramos, a que se deje ver. Aspiramos a que se venga a vivir aquí, que incluya la «E» a la UMH y que ponga en marcha el dualismo funcional del cuerpo y alma de Platón entre el campus y la ciudad, con una sede central.

Tiene un dosier preparado que va a difundir en breve en el que están documentadas todas las tesis que ha expuesto...

Se llama «La Universidad de Elche? 22 años después». Abordo la ley de creación de la UMH, la expropiación de los terrenos o su incorporación al cuerpo intelectual, social y pensador de la ciudad, que ha sido nula. Miles de estudiantes se gradúan sin conocer la Glorieta. Soy de fuera pero llevo viviendo aquí 40 años tras pasar dos décadas en Alemania y sé de lo que hablo. No hay impacto comercial y existe una barrera virtual entre el campus y Elche. La nomenclatura del Rectorado es la primera que le ha impuesto a su prensa la amputación del territorio ilicitano.

¿Hay un problema de origen en los terrenos del campus?

El Ayuntamiento hizo un esfuerzo enorme por encontrar un sitio para su Universidad, creía que era para Elche. Había opciones más baratas. Al final se optó por la más cara, que ha costado más de 43 millones, para que se imbricara con la ciudad. Profesorado, personal y alumnado tienen allí sus necesidades cubiertas. ¿A qué van a ir al centro? Otra cuestión es que el 95% de los profesores viven en Alicante. Si no se puede cambiar la cultura, por lo menos hay que introducir la letra «E» en su nombre, como marcan sus estatutos fundacionales y la ley que está por encima.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats