Las fiestas en honor a San Agatángelo, patrón de Elche, culminaron ayer con la tradicional procesión, después de unos días de celebración marcados por el pregón del publicista José Antón y otros actos como la ofrenda o el sopar del cabasset. La cita religiosa reunió a centenares de festeros de todas las comisiones tanto del campo como de la ciudad para rendir homenaje al patrón. A pesar de las buenas intenciones, las fuertes rachas de viento deslucieron el recorrido, que no estuvo tampoco exento de contratiempos, ya que la procesión se paralizó durante más de media hora y a mitad de trayecto al interferir la celebración con el pasacalles final del Mig Any de <a href="/tags/moros-y-cristianos.html" title="Moros y Cristianos">Moros y Cristianos</a>.

Es decir, ambos acontecimientos confluyeron el mismo día, a la misma hora y en uno de los mismos puntos, con lo que la comitiva de la procesión tuvo que quedarse de plantón justo antes de llegar al Puente de la Virgen, mientras el millar de comparsistas cruzaban el vial Juan Ramón Jiménez en pasacalles después del tradicional almuerzo en la Plaza del Raval.

Esta situación ha sembrado malestar entre las comisiones participantes de la procesión, incluso desde la Gestora de Festejos Populares mediaron para intentar que los comparsistas acelerasen el paso con tal de no dilatar más el parón. Insisten desde este ente local que se tiene que buscar solución al problema de coordinación para que no vuelvan a solaparse ambas celebraciones, porque ya se ha dado la misma situación en otras ediciones, motivando un desagrado que ayer se acentuó más por el temporal, ya que la imagen que prevalecía era la de reinas y damas que hacían uso de sus mantillas como escudo protector ante las inclemencias del tiempo, y caras de disgusto entre algunos festeros. Según José Caravaca Ponce, presidente de la Hermandad de San Agatángelo, tienen pensamiento de reunirse con el ente festero de Moros y Cristianos para evitar que vuelva a ocurrir este parón. Propone que se genere un itinerario factible para ambas entidades, aunque en el caso de la procesión hay menos margen de maniobra porque se ciñen a un protocolo cerrado que depende de las horas de la misa para iniciarla.

Dejando de lado el percance, San Agatángelo estuvo arropado por los más fieles en un itinerario que partió desde la parroquia que lleva su nombre (y donde ha reposado la imagen desde el pregón) hasta la Basílica de Santa María, haciendo parada en el puente de la Virgen donde la reina de las fiestas de este año, Esther Durá, depositó un ramo de flores junto a la ornacina de la patrona en el puente.

La comitiva estaba formada por festeros de la UFECE y la Gestora de Festejos Populares, además del pregonero de este año y autoridades, entre ellas el Jefe de la Policía Nacional, el presidente de la Hermandad o el concejal de festejos, José Pérez, único miembro del tripartito que asistió, así como algún edil del PP. Cuando la imagen llegó al pórtico de Santa María, los costaleros entonaron el himno local y al grito de «Viva el patrón, San Agatángelo», fue portado por los 25 costaleros hasta el interior del templo sagrado para dar por concluidas estas fiestas.