La comunidad china conquistó ayer la ciudad con un desfile único en toda la provincia que sirvió para mucho más que dar la bienvenida al Año Nuevo del gigante asiático. El pasacalles acercó a los ilicitanos la cultura y la fiesta del país oriental, cada vez con más presencia en la localidad ilicitana.

Dos coloridos dragones de quince metros de longitud abrieron el recorrido desde el Centro de Congresos, tras un ceremonial de apertura que contó con la participación del alcalde, Carlos González, encargado de pintar los ojos de las figuras, como manda el ritual chino. Y es que, los ojos del dragón están asociados con la suerte, la que ayer pidió la comunidad china para su nuevo año, tal y como explicó Lily Pan, la presidenta de Possy Multi, la entidad que ha organizado la actividad. A partir de ahí, comenzó un desfile que durante toda la semana ha llegado a generar una gran expectación al ser una iniciativa totalmente novedosa en la ciudad, incluso en la provincia.

Desafiando al viento que se extendió durante toda la jornada, la comunidad asiática se implicó en la celebración por las calles del centro de la ciudad, con tambores y ataviados con los trajes típicos. El desfile contó con la participación de una decena de las 56 etnias chinas de todo el país. Asiáticos llegados de todas partes del territorio alicantino se sumaron al desfile portando bufandas rojas. Los niños fueron los grandes protagonistas de un recorrido apenas sonoro en el que también llamó la atención el sigilo de sus participantes.

Integración

La Glorieta, la calle Hospital y la Plaça de Baix fueron los principales escenarios por los que trascurrió la singular celebración en la ciudad, que no dejó a nadie indiferente. La comunidad asiática hizo así realidad su gran día y al mismo tiempo compartió sus costumbres con el pueblo ilicitano. Un lugar donde cada vez tiene más peso, ya que, como apuntan desde la asociación Possy Multi, en una década la presencia de chinos en Elche ha crecido considerablemente.

Según los datos que maneja la entidad asiática, dos mil migrantes del gigante asiático viven ya en la ciudad, ya hay una segunda generación de chinos que ha nacido en el municipio y la integración es cada vez mayor. Sin duda, la fiesta tuvo una gran acogida en Elche, después de cuatro meses de preparativos para una cita muy especial y diferente.