Un edificio con una fachada singular, en pleno centro de Elche, y con un derribo autorizado. No es el inmueble centenario de Riegos El Progreso, es otro que podría acabar corriendo un futuro similar que la sala de venta de agua. La fachada de la antigua banca Peral, situada en la calle Desamparados, la que fuera una de las primeras bancas de la ciudad tendrá que ser apuntalada, con vigas de arriba abajo y bloques de hormigón, según sus propietarios, para que puedan hacer la demolición interior del edificio.

Los dueños, que tienen la pretensión de hacer la obra a lo largo de este año, deberán recurrir al mismo método con el que cuenta ahora El Progreso para poder hacer una obra interna respetando la fachada, ya que en este caso sí que está integrada en el Catálogo de Edificios Protegidos del Ayuntamiento, no como el bloque enclavado en la plaza de la Constitución.

Para hacer la obra, tendrán que acabar apuntalando el inmueble para que no se venga abajo el frontal, aseguran, y así se lo han trasladado ya a la Policía Local, desde donde están estudiando la fórmula para causar el menor impacto posible en la vía pública. Sus actuales dueños, quienes adquirieron el inmueble en el año 2005, pidieron el ejercicio pasado licencia a Urbanismo para poder derribar el interior del edificio, con el objetivo de construir seis viviendas. Y se la concedieron. Ahora, plantean destinar el bloque a alojamientos para estudiantes, aunque todavía no tienen un proyecto cerrado.

Argumentan que hay informes que alertan del riesgo de derrumbe del edificio y que, por ello, no pueden conservar nada de lo que hay. Mientras tanto, la casa está totalmente en ruinas, con los techos desplomados y la escalera a pedazos e inaccesible. Algo que, según sus dueños, no ha ocurrido ahora, sino que cuando adquirieron el inmueble ya se encontraba en un lamentable estado de conservación. Tanto es así que el estado de interiores de las dos fincas que conforman la propiedad hace que sean inhabitables.

A ello se suma que una de sus puertas ha quedado abierta en varias ocasiones, lo que ha desatado la preocupación de los comerciantes de la zona ante el peligro de que pueda ser «okupada». De hecho, hay negocios que han llamado ya en varias ocasiones a la Policía para que puedan tomar medidas y clausuren el inmueble.

Preocupados también están los colectivos defensores del patrimonio ilicitano ante la demolición interna que hay proyectada, ya que opinan que el inmueble tiene un valor para la ciudad y que no debe ser sustituido. Asociaciones como Elche Singular ven necesario hacer un informe sobre el estado del edificio y valorar en qué situación se encuentra la estructura, además de estudiar si es viable su rehabilitación. Creen que esto se debería haber hecho antes de conceder el Ayuntamiento la licencia de derribo. Algo que consideran que cada vez se produce con más asiduidad en Elche para inmuebles con valor patrimonial, también para aquellos casos que no están protegidos por el plan de 1998, que consideran que debe actualizarse.

Protección de la escalera

La escalera es uno de los elementos que en peores condiciones se encuentran. Esta infraestructura también tiene una protección, al igual que la fachada. En este caso, lo que la normativa municipal contempla es que una protección de la ubicación. Esta semana, el edil de Urbanismo, José Manuel Sánchez, apuntó a la posibilidad que tienen los propietarios de reconstruir la escalera y después de volverla a colocar. Sin embargo, los dueños entienden que no tienen la obligación de conservar la escalera, tan solo de respetar la ubicación de la misma.