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Prohibido ir por aceras

El responsable de Seguridad Vial de la provincia insta a los ayuntamientos de grandes ciudades a regular por dónde pueden circular los nuevos vehículos personales

A falta de una normativa estatal, desde la Fiscalía pasan la patata caliente a los Ayuntamientos, e instan, sobre todo a los de las grandes ciudades, a que elaboren su propia ordenanza de Movilidad Sostenible o que modifiquen la ya existente para recoger expresamente las normas de circulación para los VMP. A la vez, da un aviso a navegantes: sin que estas ordenanzas estén aprobadas, la norma general pasa por la prohibición de circular por aceras y otros espacios reservados a peatones, por lo que también estaría prohibido circular por calles peatonales, parques y plazas, y otras áreas destinadas al tránsito de viandantes. En cuanto a la circulación por la calzada, la DGT vuelve a pasarle la pelota a los ayuntamientos, a quienes señala como responsables de delimitar por qué tipos de vía pueden circular, y por cuáles no.

Sin embargo, mientras llegan estas normativas municipales y estatales, se insta a tratar a estos vehículos como a los ciclos y bicicletas, por lo que, en un principio, podrían circular por carriles bici, aunque estos estén en aceras y calzadas, siempre que se respeten las normas de tráfico, se tomen las precauciones necesarias para no crear conflictos con el resto de usuarios de la vía -peatones si los carriles están en aceras o zonas peatonales- o vehículos a motor, si estos se ubican en la calzada destinada a la circulación de vehículos.

La ausencia de ordenanza, no obstante, no exime de unas obligaciones básicas del usuario, que deberá cumplir bajo sanción de la Policía Local, a quien la Fiscalía pide que vigile de cerca su cumplimiento. Además de respetar las normas de circulación, semáforos, la imposibilidad de conducir en dirección prohibida, etcétera, desde el Ministerio Público señalan que el usuario deberá cuidar que el vehículo reúna las condiciones técnicas necesarias para garantizar la seguridad. Es más, el Ministerio Público recuerda a la Policía que podrá inmovilizar y retirar el vehículo cuando este no sea apto para la circulación.

Frenada

Esta directriz incluye la obligatoriedad de que los patinetes cuenten con dispositivos de seguridad que, como mínimo, deben igualar a los de la bicicleta. Todos deberán llevar un adecuado sistema de frenada, timbre para avisar de su presencia al peatón, y una adecuada iluminación para circular por la noche o cuando no hay visibilidad por las condiciones climáticas. Esta luz, incide el fiscal, debe ser potente, por lo que «la pequeña luz en algún lugar visible del cuerpo», como indican los informes policiales que usan algunos usuarios, «no es suficiente». Asimismo, deberá contar con un sistema de estabilidad y adherencia de las ruedas que salve las grietas y deficiencias de la calzada. Si no se cumpliese, advierten desde la Fiscalía, y «cuando el conductor es consciente de los riesgos que corren él y los demás», también serían aplicables los artículos del Código Penal que recogen la responsabilidad de los conductores por imprudencia.

Pese a todas estas recomendaciones, desde la Fiscalía señalan que el objetivo es concienciar a la ciudadanía, pues «la mejor estrategia para potenciar el uso del patinete eléctrico como mejora de la movilidad sostenible es la prevención y el esfuerzo en esta materia». Es decir, desde la Fiscalía de Seguridad Vial no están en contra de su uso, pero sí insisten en la necesidad de regularlo para garantizar la seguridad de todos los usuarios.

Mano dura

De hecho, la mayoría de instrucciones que se dan a la Policía Local para que controle el buen uso de los patinetes eléctricos se hacen extensibles a las bicicletas. Según los informes con los que cuenta Fiscalía, también es frecuente en los ciclistas comportamientos que van en contra de la Ley de Seguridad Vial como son el hecho de saltarse semáforos en rojo, ir en dirección prohibida o circular cruzando pasos de cebra, poniendo en peligro a los peatones con estos comportamientos que se consideran temerarios.

La Fiscalía recuerda a la Policía Local que es su deber vigilar y sancionar estos comportamientos, que se dan de forma muy frecuente y que en ocasiones generan conflictos con los peatones y los usuarios de vehículos a motor en las aceras y calzadas de las grandes ciudades.

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