Las obras para asegurar la galería subterránea de la estación de Renfe han sacado a la luz las entrañas del túnel. En un enorme agujero, los operarios de Adif trabajan esta semana para colocar las vigas del forjado, después de que las filtraciones de agua afectaran a la estructura e hicieran peligrar incluso la calzada de la avenida del Alcalde Vicente Quiles, por donde cada día pasan más de 30.000 vehículos. De hecho, es tal la envergadura de la obra, que ha sido necesaria una grúa pluma para mover todos los materiales estos días. Durante los trabajos, han quedado al descubierto los muros de la estación donde se apoyan las vigas. Así, avanza la última fase de una actuación de urgencia que arrancó en diciembre y que está previsto que finalice el próximo mes, lo que implicará restablecer el tráfico en una de las arterias principales de la ciudad.

A menos que se produzcan contratiempos, el plazo que marcó Adif para el final de la obra es el 15 de febrero, con lo que la avenida podrá abrirse en esa fecha, en sentido a Crevillent, que es donde ahora mismo está cortada. Eso sí, después está previsto que los técnicos continúen trabajando en el interior del túnel de la estación, donde se detectaron grietas y el desprendimiento del forjado.

Cierra la Corredora

Tras abrir el carril en dirección Alicante, el Ayuntamiento ha optado por volver a cerrar al tráfico la calle Corredora los sábados, como ha venido haciendo de manera habitual en los últimos años. La pasada semana ya lo hizo así, de manera que desde las 12 a las 24 horas el vial es peatonal.Entre diciembre y enero, la arteria ha llegado a estar abierta todos los días, para poder absorber todo el tráfico de la avenida del Alcalde Vicente Quiles. Hasta que acaben las obras de Renfe, la Policía Local recomienda como desvíos alternativos la L-20, la circunvalación y la calle Pedro Juan Perpiñán.