Varios huesos han aparecido en las excavaciones del Mercado Central. Un cráneo, además de otros restos óseos como una pelvis han quedado a plena luz en la plaza de la Fruita, concretamentem en la zanja donde los arqueólogos están desarrollando la tercera fase de las catas.

Hace dos años, cuando el estudio del subsuelo se realizó dentro del edificio de abastos, aparecieron dos esqueletos con más de mil años, colocados en posición de cúbito lateral y mirando a la Meca. Un conjunto de restos humanos fue hallado justo en una de las esquinas de su frontal, según reseñaron los arqueólogos durante la jornada de puertas abiertas que congregó a más de un centenar de curiosos.

Dos de los técnicos responsables de los trabajos de excavación calcularon que estos cuerpos, o más bien lo que queda de ellos, eran del siglo X o XI, justo antes de que se construyera la medina islámica sobre la que se levantó este mercado de abastos en la década de los 60 del siglo pasado.

«En las medinas no es común que se enterrara a gente, si no era dentro de una necrópolis. De ahí que pensemos que estos restos pertenezcan a una época anterior. Sabemos que son islámicos por su posición, ya que responde al ritual de su religión musulmana», indicó uno de los dos arqueólogos.