La Institución Ferial Alicantina (IFA) ya ha puesto fecha al pago de la deuda que arrastra con el Ayuntamiento de Elche por el impago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y por el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) que asciende a 750.000 euros. Es en 2022 cuando el recinto ferial tiene previsto saldar esa cuantía con la Administración local, una losa que ha puesto en más de un aprieto al recinto ferial, con embargos incluidos. Así las cosas, IFA encara una etapa clave y más aún cuando por primera vez en diez años ha presupuestado beneficios, tal y como ayer se abordó durante las reuniones del comité de dirección y Patronato.
La dirección repasó el plan de pago que ha fijado con el Ayuntamiento y que consistirá en abonar 10.000 euros al trimestre durante este año y los tres próximos y hacer un pago final de 550.000 euros. Por ahora, la entidad ya ha abonado 40.000 euros a las arcas municipales. El presidente de IFA, José Luis Gisbert, tildó de «necesario» el acuerdo para que «en ningún caso se pusiera en riesgo la viabilidad de la Institución» y apuntó a que la Institución nunca ha querido eludir sus responsabilidades para con ninguna administración. Es más, aludió a confianza de «seguir contando en adelante con la misma colaboración del Consistorio ilicitano y, si cabe, con una todavía mayor».
Precisamente, el equipo de gobierno ilicitano optó el año pasado por rebajar el IBI al recinto ferial a la mitad bajo la premisa de ayudar a reflotar a la institución ferial, una vez que el Consell aprobara asumir la deuda que alcanzaba la entidad y que llegaba a 70 millones de euros. Al final, pese a que IFA pidió disfrutar de la máxima bonificación (un 95%), el ejecutivo local se quedó en el 50%, con lo que estimó que dejaría de percibir 70.000 euros anuales.
Resultados positivos
Salvado el escollo de la deuda, la institución ferial ha logrado algo inédito en una década. Y ha sido presupuestar para 2019 un resultado de negocio positivo. Eso sí, de 11.000 euros. Una cuantía que, pese a que no es desorbitada significa mucho para la entidad ferial. Algo que, el presidente de IFA, atribuyó ayer, junto a la nueva gestión de la feria, al decreto del Consell por el que se asumía la deuda financiera de la institución.
De este modo, el recinto ha previsto unos ingresos de 2,1 millones de euros, unos gastos de 1,6 millones y un ebitda de 541.000 euros.
Los fondos irán destinados a la programación de las ferias, aunque también habrá un programa de inversión, de medio millón de euros del Consell, que irán a parar a obras de asfaltado y de climatización de los pabellones. A ello se suman otros 200.000 euros que pondrá la Generalitat para dinamizar las ferias.
Sin embargo, no solo por las cuentas afronta IFA un año crucial. El próximo mes, las Cortes Valencianas abrirán la comisión de investigación sobre la gestión económica de la institución ferial. Algo que servirá para esclarecer qué ocurrió a nivel interno en la entidad para acabar al borde del colapso con una deuda millonaria. Sobre esto, el conseller de Economía, Rafa Climent, que ayer acudió a Torrellano, no descartó emprender acciones judiciales. Habló, en concreto, de «pedir responsabilidades si la gestión no es favorable, para garantizar la máxima transparencia».
En espera la urbanización
Mientras tanto, la institución y el Consell siguen pendientes de la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes), dirigida por Alejandro Soler, y de su anuncio de poner seis millones de euros para terminar de urbanizar el recinto. Las negociaciones continúan sin llegar a acuerdos todavía.
