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Eloy Arenas: «Los cómicos hemos perdido la libertad que había hace diez años»

Avalada por los ocho años que lleva en escena, la obra Burundanga llega hoy (21 horas) al Gran Teatro de Elche

Eloy Arenas: «Los cómicos hemos perdido la libertad que había hace diez años»

P Ocho años sobre los escenarios, un millón de espectadores, cerca de 3.000 representaciones... ¿Tan buena es la obra de teatro Burundanga

R Burundanga tiene ya una leyenda detrás de ella, he perdido la cuenta de las representaciones que hemos hecho. Está función la estrenamos casi al mismo tiempo que el 15-M, en junio de 2011. Así que las cosas han cambiado mucho desde entonces. Su secreto es que es una obra divertida, su principio es muy básico: provoca risa. Son cien minutos en los que te desternillas. Su autor, Jordi Garcelán, ha construido una pieza que está repleta de situaciones hilarantes.

P Al margen del texto de Garcelán, habrá algún secreto más...

R Sí, podemos hablar de tres patas: texto, dirección e interpretación. Una de las personas que sostiene esta función es su director, Gabriel Olivares. Previamente la obra se había estrenado en Barcelona, en catalán, y no tuvo éxito porque su director no jugó con los mismos ingredientes que Olivares. El tiempo y el ritmo son brillantes, no hay resquicio para el aburrimiento, siempre pasan cosas. Y luego tiene giros que la dan una vida impresionante.

P Desde que se comenzó a interpretar Burundanga

R Me he ido adaptando y he tratado de comprender a todo aquel que entra. Los actores que se han ido incorporando a Burundanga lo han hecho cuando la función ya era un éxito, con el complejo de que los anteriores lo hacían mejor y el temor de no estar a la altura. Lo bueno para ellos es que se han encontrado conmigo, que soy más mayor y comprensivo. He intentado aportarles mi experiencia a cambio de su frescura. Me he beneficiado yo más que mis compañeros.

P Antes señalaba que empezaron a interpretar esta obra en plena efervescencia del 15-M, ¿de qué manera ha vivido todos los cambios que se han producido en España estos ocho años?

R Lo cierto es que España se ha transformado en este tiempo. Han pasado el 15-M, la crisis, situaciones terribles? Noto que el país ha cambiado mucho en el hecho de que el nombre completo de la función es Burundanga: el final de una banda, en referencia al fin de ETA, algo que nos parece ya muy lejano. Todo lo que ha sucedido, lo hemos ido incorporando a la obra, nos hemos actualizado constantemente. Mi personaje, del que no puedo contar mucho para no hacer spoiler, es un verso libre y gracias a él es como nos vamos actualizando. Siempre partimos de la base de Garcelán, eso sí.

P Nació en Dolores y se crió en Alicante, tiene una calle en cada una de estas localidades, es padrino de la alcachofa de la Vega Baja... Supongo que actuar esta noche en la provincia será algo muy especial para usted.

R Volver a mi tierra me gusta. Ya no paso pudor, porque más que un profeta, me considero un embajador. Eso me quita compromiso. Me emociona mucho actuar en Alicante, Elche u Orihuela, donde lo haré el mes que viene. He girado por toda España y aquí puedo decir que siempre aparece la esencia de la patria, la niñez y la adolescencia. Mi relación con la ciudad de Alicante es estupenda, he hecho de todo. He sido mantenedor, pregonero y hasta tengo un ninot indultado. Y sí que es cierto que tengo una calle en Dolores y otra en Alicante. Cuando me pongan una tercera, tendré derecho a un hotel, como en el Monopoly.

P El miércoles la Fiscalía solicitó el archivo de la causa abierta contra Dani Mateo por sonarse la nariz con la bandera de España. Esto nos lleva a hablar de los límites del humor...

R El humor no debe tener límites, los únicos límites son las personas. Vivimos en una época difícil, de mucha moral. En los noventa o en la década pasada había una libertad en el humor que ya no existe. El límite debería ser el ingenio, por lo que no debería pasar nada por hacer un chiste sobre un símbolo religioso. Si no hay recorrido para sonarse los mocos con una bandera es porque falta ingenio y talento en nuestra sociedad. Nos quedamos sólo con las boutades y los exabruptos.

P ¿Le han censurado alguna vez?

R He hecho mucha televisión y sólo una vez me han censurado una broma, un chiste o un monólogo. Fue un chiste que hice sobre Aznar, que era un político anodino. La escena trataba sobre una pareja de etarras que preparaba una bomba para el coche de Aznar y que en vez de matarlo lo convertía en gigante. Y es que realmente fue así. Aquel atentado, que afortunadamente no acabó en tragedia, le convirtió en una figura de la política.

P Hablando de los límites del humor, y también de debates que se envilecen, en las redes sociales encontramos el caldo de cultivo perfecto...

R Lo que veo en Twitter es una censura brutal porque nos ofendemos por cualquier cosa. Gastas una broma, por ejemplo, de un fontanero y ya se te están echando encima. La gente se ofende por lo mas nimio. Esta época está marcada por la represión de ideas y la confusión. Tenemos la mente cerrada y no sabemos distinguir ofensa y libertad de expresión. Cuando nació el 15-M se pedía democracia real. Ahora deberíamos pedir que exista libertad de expresión real.

P En este contexto, ¿cómo ve la entrada de Vox en la escena política?

R La democracia admite, incluso, a los que no son demócratas, esa es su magia. Al escuchar a Abascal y al resto de Vox solo se me ocurren cosas hiperbólicas. Si desde el principio de los tiempos de la humanidad no hubiéramos permitido la inmigración, todos seríamos negros. Y los adelantos en el empoderamiento de la mujer, que ya tocaban desde hace tiempo, no se pueden destruir con argumentos sin fundamentar y cólera. Tienen ganas de un poder que no es democrático y lo único que demuestran es que los neandertales no desaparecieron.

P El día de Reyes cumplió 69 años, ¿le queda cuerda para rato?

R Tengo la sensación de estar empezando. Ahora estoy escribiendo una nueva obra de teatro porque soy un lote de dramaturgo y actor. Y en mayo llevaré un espectáculo benéfico al ADDA de Alicante con artistas como Josep Vicent, Sole Giménez, Nach, Rebeca Valls o Fran Nortes.

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