El tripartito centrará los próximos cuatro meses y medio que le queda de mandato en diez prioridades y una de ellas será pedirle al Consell que le devuelva los 43 millones de euros de la deuda que arrastra con la ciudad por las parcelas en las que se asienta la Universidad Miguel Hernández (UMH) y en un plazo de entre cinco u ocho años, según fuentes municipales. El equipo de gobierno quiere llegar a las elecciones de mayo con un calendario cerrado para que Elche pueda ver compensado ese montante millonario por parte del Gobierno valenciano con fechas y proyectos concretos.

En esto incidieron ayer el alcalde, Carlos González y la portavoz de Compromís, Mireia Mollà, tras una reunión mantenida entre los socios de Gobierno, incluido el Partido de Elche, para definir las asignaturas pendientes antes de los comicios como gobierno municipal.

Los responsables del ejecutivo local quieren presentarle al ejecutivo de Ximo Puig un convenio que pueda contar con un calendario de inversiones que se tendrán que negociar y que el tripartito quiere que vayan dirigidas a nutrir la candidatura de Capital Verde Europea 2030. La exigencia del equipo de gobierno al Consell no solo pasará por tener un plazo para recibir la inyección económica, sino que el alcalde y Mollà también hablaron de que sea el Ayuntamiento el que decida de manera autónoma qué proyectos quiere para Elche en los próximos ocho años, aunque estén vinculados a objetivos comunes entre la administración autonómica y la local. Este será uno de los planes que marquen el «decálogo» de prioridades, como así calificó el regidor ilicitano, en la recta final del mandato, ligado al impulso de la construcción del centro de diseño y moda del calzado en el edificio de Correos, el primer proyecto con el que el Consell se comprometió a empezar a saldar la deuda histórica por los terrenos de la UMH, algo que el primer edil espera que se pueda concretar en las próximas semanas.

«Unidad»

El Campus Tecnológico, el Parque Empresarial, el servicio de limpieza y recogida de basuras, el transporte a pedanías, el aumento de la plantilla de la Policía Local, la residencia de Altabix, el barrio San Antón o un plan inversor para barrios y pedanías son los asuntos en los que el ejecutivo local se volverá a centrar en los meses finales del mandato. Algo que pretenden hacer «cohesionados» como así dijo ayer el alcalde, en una comparecencia en la que los tres partidos trataron de aparentar de nuevo unidad, tras haber celebrado una intensa reunión previamente con el resto de concejales.

Tampoco faltó ayer el mensaje de Ciudadanos. Su portavoz, David Caballero, le recordó que para sacar adelante cualquier inversión este año necesitará con el apoyo de la formación naranja, al estar en minoría y sin presupuestos.