Ya se sabía que la Jefatura de Policía Local de Elche iba a perder en el comienzo de este año alrededor de 30 agentes y mandos (de los cerca de 40 que se podrían beneficiar de un real decreto) que abre la puerta a las jubilaciones anticipadas, pero con lo que nadie contaba es que otros 40 funcionarios, que están destinados a la plantilla en comisión de servicios, también puedan ser ahora reclamados por las ciudades donde tienen adjudicadas las plazas. En estos momentos todo el mundo en la Jefatura Local está temblando porque se teme que el real decreto que posibilita la jubilación de los funcionarios de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad con 37 años de ejercicio profesional se extienda como una mancha de aceite y que, entonces, los ayuntamientos con plantillas más recortadas recurran a rescatar a los agentes a las que un día autorizaron trabajar en otra demarcación ante la tesitura de quedarse sin efectivos. Una situación que a nadie gustaría, empezando por los afectados, pero que no se descarta. En este sentido, la Jefatura Local de Policía de Elche es una de las que más «comisionistas», termino con el que popularmente se conoce, tiene de estos policías.

La cifra de los que se jubilarán no se conoce aún con exactitud porque a lo largo de todo el mes de enero está abierto aún el plazo para la presentación de solicitudes, pero finalmente, sumando cifras, entre los que se jubilan y los que están en comisión de servicios, rondarían los 70 policías que podrían «volar», de una plantilla de 350, y eso sería un desastre en la organización de un trabajo que quedaría muy comprometido.

Según fuentes policiales, muchos agentes de Elche, con expectativas de jubilación, están realizando ya las consultas al Instituto Nacional de la Seguridad Social sobre si cumplen las condiciones previstas por la reforma impulsada por el Gobierno porque el real decreto no es muy diáfano ni claro y no saben a qué atenerse.

A ciegas

El Ayuntamiento de Elche está viendo cómo cubrir las vacantes pero aún está a ciegas porque hasta que los agentes no realicen el trámite de realizar la petición y se autorice no sabrá cuántas baja tiene que dar. En cualquier caso, tendrá que priorizar entonces los servicios más urgentes que se queden vacíos. Entre las cosas que no se pueden dejar sin policías están los eventos programados, que precisan de una seguridad mínima, pero también los servicios administrativos o de organización del trabajo, igualmente necesarios.

Negar que habrá que tocar algunas patrullas para tareas que se deben hacer de forma obligatoria es negar la realidad, pero aún no hay una decisión al respecto. En cualquier caso y viendo la carencia de efectivos, el Ayuntamiento de Elche contempla tres soluciones, pero que no serán de un día para otro: contratar interinos, que parece la más fácil; aceptar alguna de las 300 peticiones que existen de policías que quieren venir a trabajar en Elche, es decir, desean venir a ejercer su labor en comisión de servicio, aunque vista la necesidad que se va a producir en todos los municipios difícil será; o sacar oposiciones, aunque esta solución parece, cuanto menos, a medio plazo, aunque el alcalde, Carlos González, anunció en la última festividad del patrón su interés por reforzar este año la plantilla al máximo.

Fuentes policiales aseguraron que la plantilla real tendría que estar conformada por más de 400 agentes, una cifra que se quedará este año, en el mejor de los casos, muy lejos de la realidad con 320 policías, lo que redundará en una imposibilidad de llevar a cabo los proyectos tal cual se demandan por la Jefatura Local.