Margalló-Ecologistes en Acció ha presentado hoy ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) una denuncia por el posible envenenamiento de un zorro que varios miembros del colectivo encontraron muerto el pasado día tres de enero en el barranco de Barbasena. En el mismo escrito, los ecologistas demandan también que se realice una búsqueda exhaustiva de otros animales que pudieran haber sido igualmente afectados, así como que se inspeccione la zona por si pudieran aparecer cebos envenenados, dada la grave amenaza que la existencia de los mismos supondría para diferentes especies de fauna (algunas de ellas en peligro) que habitan en esta parte del término municipal. Finalmente han pedido en su escrito que, caso de confirmarse dicho envenenamiento, se investigue la posible autoría del mismo y se depuren responsabilidades.

Las sospechas de los ecologistas por el posible envenenamiento vienen fundadas al no presentar el animal signos de herida aparentes y encontrarse en el interior del coto de Barbasena, lugar con un triste historial de aparición de animales muertos por esa causa. La última denuncia data del año 2013, cuando un vecino de la Peña de las Águilas denunció la aparición de tres perros muertos y de varios cebos envenenados en las proximidades del barranco. El coto de Barbasena es de titularidad municipal, aunque el Ayuntamiento de Elche lo tiene en la actualidad arrendado a una sociedad de cazadores.

El uso de veneno es un método masivo, no selectivo y cruento de eliminación de depredadores, entre ellas especies amenazadas y animales domésticos. Se ha calculado que en nuestro país podrían haber muerto entre 1992 y 2013 por esta causa hasta 185.000 animales, entre ellos osos, lobos, áquilas imperiales y quebrantahuesos. Por ello está prohibido por la legislación nacional y europea, estando tipificado como delito en el artículo 336 del Código Penal de 1995. Esta norma establece para el que cace o pesque empleando veneno una pena de prisión de cuatro a dos años y la inhabilitación para el ejercicio del derecho de cazar o pescar por un tiempo de uno a tres años.

Recientemente, los Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) denunciaron la degradación actual que está sufriendo el Parque Natural de las Salinas de Santa Pola, un espacio de gran valor ambiental que es Espacio Natural Protegido, que forma parte de la Red Natura 2000 de la Unión Europea y que está incluido en la lista de humedales del Convenio Ramsar. Esta zona atravesada de norte a sur por la carretera N-332 recibe un destacado impacto negativo sobre los frágiles ecosistemas que la componen, ya que se producen desde atropellos a su fauna hasta vertido de residuos, según la denuncia que hacen pública los ecologistas de AHSA.

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