A cuatro meses y medio de las elecciones, Carlos González es el único en su partido, el PSOE, que no se preocupa de quién irá en una lista en las que Patricia Macià aparece en todas las quinielas como número 2. El nombre del regidor es el único que no se discutirá en la asamblea que, uno por uno, tiene que ratificar a los candidatos y, como corredor de fondo que es, ha comenzado la carrera de 137 etapas (una por día hasta la cita electoral). Ayer en un desayuno con la Prensa repasó su gestión, aprovechó para criticar el Ayuntamiento que recibió del PP y lanzó proyectos y promesas, que en buena parte se cumplirán después de mayo visto los tiempos que se necesitan para mover la pesada maquinaria de la administración.
El anuncio que hizo fue un plan extraordinario de cinco millones de euros para pedanías y barrios (que no precisó), pero que era algo que ya estaba previsto en los presupuestos de 2019 que la oposición (PP, Cs e Ilicitanos por Elche) le tumbó antes de Navidad. La cuestión es si ahora también negarán las inversiones cuando estas se enumeren una por una con el nombre de los colectivos beneficiarios. A eso se aferra como mensaje, a eso y a haberle dado la vuelta, dice, a un Ayuntamiento que cogió «aislado de las administraciones», en referencia al PP, al que aludió en varias ocasiones. «Se han hecho mejoras en la calidad de vida, en la política económica y somos de los ayuntamientos más saneados, hemos reducido la deuda de 120 millones de euros a menos de 50 millones, eliminando gastos superfluos y atrayendo inversión y transferencias por valor de 50 millones de euros, por los 15 millones del anterior mandato». También añadió que la ciudad, hasta su llegada, «caminaba sin rumbo, se habían hecho cesiones alocadas, hemos introducido normalidad donde estaba la anormalidad y ahora hay transparencia en las instituciones. Nos hemos dedicado a resolver los problema del PP, aunque algunos quedan». Y dijo todo esto antes de asegurar que, al menos por su parte, la próxima campaña electoral no iba a estar marcada por «destellos de ruindad», que se la iba a tomar, al menos él, con deportividad.
San Antón
De lo que ayer explicó el alcalde uno tiene que ver de qué está más orgulloso y está claro que la gestión con el barrio de San Antón, con cuatro bloques en construcción para casi 400 familias, es de lo que más músculo saca, de eso y de haber recuperado «el diálogo con las administraciones», incluso con la Diputación, que gestiona el PP, y que le ha prometido un nuevo auditorio; de hecho, ya ha pedido entrevista para enero a César Sánchez, su presidente. Destacó la puesta en marcha en este mandato de las dependencias de la Dirección General de Tráfico o la solución dada a los antiguos juzgados (ahora en manos del CEU San Pablo), a Asfeme, al Centro Hernandiano, a la residencia-albergue juvenil (que quiere asumir la UMH) o al centro de investigación de la palmera. González añadió que, fruto de la gestión de su gobierno, «hay 130 millones comprometidos con la Generalitat» y citó desde el Plan Edificant a las obras de la carretera de Santa Pola o al edificio de Correos que pasará a ser un centro dedicado al calzado con actuaciones en 2019.
No ocultó que hay compromisos pendientes, como la puesta en marcha del tren de alta velocidad, la planta de tratamiento de aguas residuales de Algorós (que costará entre 35 y 40 millones), parte de la circunvalación o el colector de Peña de las Águilas... y que todavía está en el aire la cesión de la Dama de Elche.
Sobre la gestión del pasado año cifró entre el 69 y el 71% el grado de ejecución (la oposición asegura que no llega ni al 50%) y añadió que es prioritario, «culminar las inversiones del 2018. Les anuncio un plan extraordinario de inversiones previstas en el presupuesto de 2019 que no fructificaron por los obstáculos de la oposición. No se puede detener la inversión pública porque supone crecimiento económico y empleo. Es inversión útil para que la rueda siga girando». También recordó que ya está en marcha el Parque Tecnológico la reurbanización de IFA, una nueva fase de la mejora en las laderas del río, la rotonda del Hospital del Vinalopó o los consultorios prometidos en las pedanías.
Y sabiendo de la importancia que tiene el Camp d'Elx de cara a las elecciones y las críticas que han tenido, principalmente en materia educativa, recordó que «es esencial la adjudicación de obras y que se desbloquee el colegio La Paz y el Instituto 11 y hace falta un nuevo Conservatorio». La campaña ya está en marcha.
