La jubilación de José Antonio Román como Mestre de Capella del Misteri d'Elx, el pasado agosto, ha abierto un proceso complicado para el Patronato que está obligado a buscarle un sustituto a través de una oferta pública de empleo que deberá convocarse a través de la Conselleria de Cultura, una tarea que no es sencilla si se tiene en cuenta que sobre el nuevo responsable debe pivotar durante los próximos años, y en teoría también hasta su jubilación, toda la evolución músical (si la hubiere) y las voces del drama asuncionista, que está catalogado como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, lo que no deja de ser un motivo añadido para buscar al candidato idóneo porque se le encomienda la preservación de un bien inmaterial tal cual está. Este recambio, fundamental para garantizar el futuro de La Festa, está en el aire hasta que se convoque la plaza y, evidentemente, el ganador, lo que dependerá y mucho de cuáles sean las bases que se establezcan. Ante esta situación, la familia del Misteri ya ha hecho llegar al conseller Vicent Marzà, así como a otros responsables de la Conselleria, que se deberá tener una especial sensibilidad en cómo se estructura la convocatoria porque esta no puede ser una más.

«No sería admisible que un profesor de canto, por ejemplo alemán, con un extenso curriculo, pero que no conoce qué es esto, se haga con la plaza», explica un expatrono que desde hace tiempo echa una mano y asesora en aquello que se le pide al nuevo presidente, Francisco Borja, quien está escuchando a todos los que puedan ayudarle a resolver este espinoso asunto, además de tener opinión propia, que pasa porque debe cumplirse escrupulosamente la ley pero dentro de lo que debe ser una convocatoria que debe estar sujeta, primordialmente, a entender la plaza que se oferta como algo único porque, en definitiva, sólo existe un Mestre de Capella y la responsabilidad que se le encomienda, pesará y mucho como para caer en equívocos.

El objetivo del Patronato sería resolver en los próximos meses la convocatoria con todas las garantías y esto pasa de forma inexorable por una solución que deberá plantear la Conselleria de Cultura, que es la garante de la misma. Como en mayo hay elecciones autonómicas, de no llegar para entonces (que parece lo más probable) se tendría que posponer hasta el nombramiento de un nuevo Consell y de un nuevo equipo en el área de Cultura, que nadie sabe si será más o menos sensible que el actual. En cualquier caso, una caja de sorpresas tanto si se hace ahora como después de mayo. Y negar que ello tiene nervioso al Patronato del Misteri, sería faltar a la verdad porque el tema es preocupante.

Cartas sobre la mesa

El objetivo del Patronato durante los meses que han transcurrido desde las últimas representaciones ha sido el poner las cartas sobre la mesa, con el mayor sigilo posible, para que desde la administración valenciana se le dé una solución de presente pero también de futuro a las sucesivas convocatorias que se tengan que realizar a esta plaza porque elegir al Mestre de Capella, cumpliendo los cánones de la administración pública, es algo que en pleno siglo XXI aún no se había hecho. De hecho, el mestre saliente tenía en la actualidad un contrato de interinidad hasta su jubilación.

Y esto ha sido así porque hasta hace poco, pero que muy poco, el Misteri no era más ni menos que una «representación del pueblo y para el pueblo», ahora elevada a Patrimonio de la Humanidad, lo que exige muchas más garantías y mesura en la elección de las personas que tienen que dirigirlo, que es lo que pretende llevar a cabo el equipo de gestión.

El paso que se tiene que dar no profesionaliza más la plaza de Mestre de Capella pero sí dará más rigor a la elección. Ello no supone que los que han ocupado la misma durante los últimos treinta años hayan desmerecido en su trabajo o en su dedicación, probablemente, porque eran «gente del pueblo» y cercana al Misteri y nadie les ha cuestionado nunca por ello; de hecho, algunos fueron escolanos y cantores antes que mestres. Y este es el perfil que, dentro de lo que es una convocatoria pública, le gustaría al Patronato... siempre que la ley y la Conselleria de Cultura sean sensibles a ello. Otra cuestión difícil de resolver es qué pasará si la elegida es una mujer, algo que nadie sabe qué pasaría, pero que tampoco se puede vetar en una convocatoria pública. De hecho, responsables autonómicos, en las últimas representaciones volvieron a dejar caer el tema del papel de la mujer en el Misteri, un «melón» al que el propio alcalde, Carlos González, evitó contestar.