Hubo un tiempo no muy lejano en el que esta costumbre estuvo cerca de desaparecer. Afortunadamente para los amantes de la tradición, los más pequeños siguen haciendo «atxes» enseñados por padres y abuelos, esas antorchas que esta noche se prenderán en la ciudad y en las pedanías para alumbrar el camino a los Reyes Magos y que ninguna casa se quede sin juguetes. Para la jornada de hoy está previsto que se enciendan más de 5.000 «atxes», elaboradas con palma y cedazo de palmera.

Prueba de que la tradición está recobrando la fuerza de antaño es el buen funcionamiento que tuvo en la tarde de ayer el taller de antorchas que organizó la Asociación de Palmereros en el Hort del Sol, por el que pasaron más de doscientos menores junto a sus familiares. «Hace nueve años que estamos haciendo el taller. Cuando lo pusimos en marcha, se daban periodos de más de 20 minutos en los que estábamos parados. Ahora la situación ha cambiado mucho porque no estamos quietos ni un segundo. Hay mucho interés por las «atxes» entre los niños», aseguraba el presidente de la asociación, Vicente Campos.

De este modo, niños como Eric, Jorge o María se empapaban de la tradición, en algunos casos acompañados de abuelas como Antonia, que lamentaba que el cedazo estuviera húmedo y no pudiera hacer antorchas como las de antaño. Durante la mañana también estuvo transitado el mercadillo de «atxes» que se instaló en plena Plaça de Baix, y que fue visitado por el alcalde, Carlos González. «La recuperación de esta tradición se ha incrementado en los últimos años y nos satisface, porque es importante mantener la vinculación sentimental con nuestro pasado», apuntó el regidor.

En pocos años se ha conseguido pasar de apenas 300 «atxes» quemadas en la Noche de Reyes a superar la barrera de las 5.000. La costumbre se ha vuelto a extender por toda la ciudad y ya no queda reducida a unos pocos emplazamientos en los que nunca se perdió, como son los casos del centro de Elche, el Raval o Matola. Ahora es posible ver el fuego en Altabix, Carrús o el Sector V y a niños y abuelos elaborando sus antorchas con entusiasmo en el Hort del Sol.

Los palmereros apoyan también esta tradición dentro de su propósito de estar vinculados a todas las actividades que se realizan a lo largo del año en relación con la palmera. «Nosotros queremos potenciar el oficio, es nuestro motivo de existencia y lo vamos a seguir reivindicando», manifestó el vicepresidente de la asociación, Antonio Brotons.