Como un auténtico concierto. Así se vive la gala de Operación Triunfo desde dentro, desde el plató donde se graba el programa en el Parque Audiovisual de Terrassa. Este diario pudo asistir anoche a la gran final, en la que Alba Reche, la concursante ilicitana de OT2018 quedó como segunda finalista, con el 35% de los votos del público, tan solo un punto por detrás de Famous, que se coronó como el ganador de la edición con el 36%.

Pero empecemos por el principio. Aunque la gala empieza a eso de las 22.30 horas, el público comienza a llegar con varias horas de antelación. De hecho, una hora antes de que comience la gala, todo el mundo está ya en su sitio. Vivir la gala desde dentro permite ver muchos detalles que no se ven en pantalla, y que el público disfruta intensamente. De hecho, para los seguidores que acuden a las instalaciones ubicadas en el antiguo Hospital del Tórax de Terrasa, situado a unos 20 minutos del centro de la ciudad, en una zona de campo a la que tan solo es posible llegar en coche, el espectáculo empieza mucho antes.

El Parque Audiovisual de Cataluña es un recinto completamente cerrado, con varios platós e instalaciones audiovisuales repartidas en numerosos edificios. Uno de ellos, por cierto, es la academia donde los concursantes conviven y se forman musicalmente, y que se encuentra a escasos metros del plató donde toma forma el espectáculo. Cuesta reconocerlo, pese a que pasamos por delante de camino al plató. Por fuera, es un edificio como otro cualquiera, pero los seguidores más acérrimos, si levantan la vista hasta la segunda planta, verán por las cristaleras pequeños detalles que les resultarán familiares, como la "terraza" de la academia.

Tras pasar el control de seguridad y mostrar la entrada que Gestmusic, productora del programa, envía al público acreditado para la gala, se accede a la zona de control. Antes de acceder al plató, los espectadores deben firmar el consentimiento a ceder sus derechos de imagen -hay muchas probabilidades de acabar apareciendo en directo en pantalla-. Allí también reciben una bolsita de tela con el logo del programa, que servirá como recuerdo. Son más de tres horas de gala más casi dos de espera, así que la organización también proporciona un bocadillo, agua y un dulce para cuando el hambre vuelva a aparecer a medianoche.

Lo primero que llama la atención al entrar es el tamaño del plató. Por televisión parece enorme, tanto el escenario como la pasarela. Unas dimensiones que se reducen, y mucho, al verlo in situ. Una vez dentro, la espera es amenizada por un animador que, de paso, explica la mecánica de la gala y da las pautas necesarias al público para "comportarse" durante la gala. "Es un programa en directo, es televisión. Las bolsas que os hemos dado, y las que traéis de casa, escondidas, no pueden verse en pantalla. La marca de agua que os hemos dado no patrocina la gala -cuenta con ironía-, así que no os emocionéis a levantar las manos con ella, como si estuvierais en un concierto, que también se ve". Las pasarelas laterales del plató, son de quita y pon, dependiendo de la puesta en escena de cada actuación, por lo que también se advierte al público de la necesidad de colaborar con el equipo técnico a la hora de dejar el hueco necesario para su montaje y su desmontaje.

Esa es precisamente una de las principales ventajas de ver la gala desde el plató. Ver cómo toma forma esa "magia" de la televisión. Cómo se monta y desmontan escenarios en tiempo récord, cómo se preparan los concursantes antes de cada actuación, cómo trabajan regidores, cámaras, bailarines, maquilladores, peluqueros -que por cierto, están constantemente retocando a concursantes y presentador, aprovechando cada vídeo o pausa- y el resto del equipo.

Incluso mucho antes de que empiece el programa. Muy aplaudida fue la entrada de Vicky, la profesora de baile y coreógrafa del programa, junto al resto de bailarines y bailarinas para dar las últimas instrucciones a los bailarines. Una ocasión en la que la bailarina, que también se dio a conocer en Fama, programa de la misma productora de OT, aprovechaba para saludar al público y dar las gracias por el cariño recibido. También salía a interactuar brevemente con los espectadores, antes de comenzar la gala, el presentador, Roberto Leal, haciendo gala de su particular simpatía y sentido del humor. Aunque la primera gran taquicardia en plató llegó cuando los 11 concursantes expulsados hicieron su entrada para sentarse en el sofá, donde esperarían la llegada de los cinco finalistas, encargados de abrir la gala.

"Todos prevenidos. Un minuto", se escucha al regidor, mientras la expectación, los nervios y la adrenalina por ver a sus artistas favoritos, crece entre el público. "¡Dentro!, dice el regidor, mientras en plató se muestra el breve video resumen de la semana que ven los espectadores desde los sofás de casa, antes de que suene la sintonía del programa y el público tire abajo, con sus gritos, el plató. Hacen entrada los cinco concursantes, que en ese minuto y medio de vídeo y sintonía, han tomado posición para abrir la gala con una interpretación coral de "The Edge of Glory" de Lady Gaga. Y a partir de ahí se desata la locura. Los gritos de los nombres de cada uno de los finalistas -cada cual a su favorito- inundan el plató.

Tras la actuación grupal, empieza un gran despliegue técnico en el escenario para realizar uno de los montajes más complicados de la noche a nivel de escenografía, y que serviría para que la ilicitana Alba Reche rompiera el hielo e interpretara el tema de Radiohead que escogió para la final, "Creep". Mientras Roberto Leal hablaba con la concursante, y repasaba su semana, una decena de persona corría a toda prisa por el escenario para instalar una enorme plataforma sobre la que actuaría la finalista ilicitana. Junto a ella, un gran piano, más músicos y decenas de detalles que van poniéndose sobre el escenario para armas una excelente puesta en escena. Cuando terminó la actuación, las mismas carreras, a la inversa. Comienza el desmontaje y montaje del segundo número.

El sonido en plató, al menos en lo que concierne a las actuaciones, es similar al de un auténtico concierto, al igual que la iluminación. No puede decirse lo mismo del sonido cuando Roberto Leal habla a los espectadores o interactúa con los concursantes, hasta el punto de que se hace algo difícil seguir el hilo del programa. Pero lo importante en un programa de estas características son las actuaciones, y así sí que ofrece un espectáculo deslumbrante.

Las actuaciones de anoche, al tratarse de la final, fueron en estricto orden alfabético. Así, tras la actuación de Alba Reche llegó el turno de Famous, quien realizó una brillante interpretación que le llevó a ganar el concurso. Después llegó el turno de Julia, la quinta finalista, y tras su actuación, la acción se trasladó a la "peseta". Allí se desarrollaron las interpretaciones de Natalia y Sabela. La puesta en escena de Natalia impresionó al público del plató, que apenas pudo contener los gritos de admiración cuando la artista irrumpió en el escenario acompañada de una decena de personas que portaban el largo vestido que después se desplegó por toda la peseta.

Tras la actuación de todos los finalistas llegó el turno de reducir la lista de cinco nominados a solo tres. La que menos apoyo recibió de los espectadores fue Julia, quien recibió el carió del público en plató. Especialmente protestado fue el momento en el que Sabela se convertía en la cuarta finalista, si bien las quinielas apuntaban precisamente a quienes finalmente finalmente fueron los tres más votados: Alba Reche, Famous y Natalia.

A partir de ese momento, se abrieron de nuevo las votaciones, reiniciándolas desde cero, y en plató fue inevitable saltarse una de las "normas" que apuntaron los regidores al principio de la gala: tener el móvil en modo avión. Todos los asistentes comenzaron a votar su favorito en el tiempo en el que los finalistas repetían la actuación que realizaron durante la gala 0 y que sirvió para comprobar la evolución de los concursantes durante los tres meses de concurso.

Pero antes de conocer el nombre del ganador se vivió otro de los momentos más esperados de la noche: el regreso de Amaia, la ganadora de OT2017, al escenario de Operación Triunfo. Amaia presentó su single: "Un nuevo lugar", y tras la emoción llegaron de nuevo los nervios con el momento más esperado no solo de la noche, sino de todo el concurso: conocer el nombre del ganador. La expectación fue in crescendo. Cuando Roberto Leal anunció que Natalia era la tercera finalista, hubo parte del plató que no pudo contener la sorpresa. Pero pronto la emoción volvía a apoderarse de los fans, pues había que conocer al ganador. En los segundos que Leal tardó en decir el nombre de Famous, el plató estuvo en silencio, en tensión. Alba Reche cerró los ojos, tras una última mirada a sus compañeros, que esperaban en el lateral del escenario, y rápidamente fue a felicitar a Famous al proclamarse ganador.

La gala en plató cerró con el Somos interpretado por todos los concursantes -un fallo de sonido hizo que en casa solo se escuchara a Marta, y a los demás de fondo a través de su micro. (¿Qué sería una final de OT sin un fallo de sonido? Que se lo digan a Bisbal€). Una experiencia única, la der ver un programa de televisión desde el otro lado, que muchos aseguraron que no olvidarían.