«El problema es que no tenemos herramientas autorizadas para luchar contra el picudo rojo». De este modo, la investigadora Berenice Güerri lamenta que la burocracia administrativa marche tan lenta frente a las necesidades reales. Como detalle, la científica expone que mientras en Estados Unidos un fitosanitario de este tipo tardaría unos 14 meses en recibir todas las autorizaciones, en la UE estos trámites suelen prolongarse una media de doce años. «Llevamos desde 2010 intentando registrar este fitosanitario», constata Güerri.

Por otra parte, paralelamente a estos trámites burocráticos, Glen Biotech presentaba hace pocos meses Phoemyc+ y los resultados de campo efectuados con la Beauveria bassiana 203 durante una reunión de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, más conocida como FAO, celebrada en Bari (Italia). El encuentro contó con la presencia de expertos en el tratamiento de la plaga del picudo rojo, así como de representantes de aquellos países donde la palmera está considerada como un elemento agrícola.

Desde esta mercantil se subraya que el hongo en cuestión lo encontraron en Elche y que su primo más cercano lo han detectado en México. «Los hongos están en el suelo y hemos tenido mucho intercambio de materiales con México», apunta la científica.