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Adjudican la reparación de la grieta que tiene en vilo al colegio Jaume I desde 2015

La Conselleria de Educación desbloquea por 152.000 euros el proyecto, que incluye colocar un ascensor

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Así está la fachada del colegio Jaume I de Elche

La Conselleria de Educación ha conseguido resolver, con varios meses de retraso, la adjudicación del proyecto con el que se va a reparar la fachada del colegio Jaume I, que está acordonada desde 2015 tras aparecer una grieta que, según los padres y vecinos, desde entonces no ha dejado de crecer. El departamento que dirige Vicent Marzà adjudicó el proyecto el pasado 27 de noviembre a la empresa Joracon SA por un importe de 152.000 euros.

La obra podrá arrancar en las próximas semanas, una vez se resuelvan los trámites previos a la entrada de las máquinas en el centro educativo, donde hay que extremar las medidas de seguridad si los trabajos se hacen compatibles con el día a día de la comunidad educativa.

La actuación, que en el centro se espera desde 2016, cuando se desalojaron las cuatro aulas pegadas a la fachada donde se van a llevar a cabo los trabajos, también contempla la instalación de un ascensor para el colegio, que tiene cuatro plantas, y la adecuación de una barandilla.

La noticia de la adjudicación de las obras aún no había llegado al centro ayer por la mañana, cuando, precisamente, el partido político de Podemos criticaba el tiempo transcurrido desde que se anunció que se iba a adjudicar el proyecto.

Concretamente, el secretario general de la formación en Elche y candidato, José Vicente Bustamante, dijo que «es urgente actuar en el colegio Jaume I. La grieta detectada ha ido creciendo y las familias están muy preocupadas tanto por el peligro que conlleva como por el abandono de la Administración».

Proceso

En un principio las obras para reparar la fachada estaban previstas para 2016, pocos meses después de que se detectara la grieta. No obstante, su valor económico, más de 100.000 euros, obligó a la Administración autonómica a activar un proceso administrativo más complejo, que se ha dilatado más en el tiempo, por el hecho de que varias de las empresas que presentaron ofertas al concurso público, propusieran precios muy bajos, considerados temerarios, y que ha habido que justificar con informes elaborados durante los últimos meses.

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