Un recorrido por el polígono de Carrús permite comprobar que la fisonomía del que es el segundo enclave industrial del municipio (después de Elche Parque Empresarial) en cuanto a tamaño, pero el primero en antigüedad, está cambiando, aunque ciertamente a un ritmo posiblemente muy lento y con un futuro de desarrollo u ordenación aún por definir.
Aunque en los últimos años el Ayuntamiento le ha prestado mayor atención, continúa siendo un espacio, en su mayor parte, caótico, donde entran en contraste la situación de las calles públicas y el aspecto de los viales privados o secundarios; donde el civismo a la hora de depositar o remover la basura o los residuos industriales todavía tiene mucho camino por andar aquí; y donde el problema del aparcamiento sigue siendo una de las quejas recurrentes.
«Sí se ha notado una mejoría en la limpieza. Parece ser que las campañas publicitarias ayudan», señala Carmen Machado, una empresaria de este enclave que en marzo de este año colaboró con el Ayuntamiento en una acción para concienciar sobre la necesidad de, entre todos, mantener el polígono de Carrús más limpio.
Pese a reconocer ese avance, Machado considera que el Ayuntamiento debería aplicar una mayor supervisión sobre la limpieza que se lleva a cabo en este punto. «El polígono es una parte de Elche y esa imagen hay que cuidarla. Habría que cuidar y apostar más por esta zona», señala esta empresaria, quien considera no obstante que la cuestión de no ensuciar es algo de todos.
Aparcados en las aceras
Y es que dar una vuelta por este polígono, que se ha quedado constreñido porque apenas sí tendría espacio para crecer, supone encontrarse multitud de coches aparcados a su suerte, muchas veces en zonas de peatones, con desperdicios de las tiendas o fábricas, en su mayor parte de calzado, fuera de los contenedores o esparcidos por solares abandonados. A la falta de poda y mantenimiento en aceras y solares (la mayoría privados), sobre todo en la zona alta, se suman los continuos baches o ausencia de indicaciones que informen por qué vial se transita. Ofrece, en definitiva, una sensación de pequeña jungla de asfalto, donde parece que trabajadores, transportistas, clientes, comerciales y visitantes se han terminado por acostumbrar a esta situación caótica, a este desorden ordenado que funciona.
Falta de estacionamientos
Alessandro Zhou, otro de los empresarios que participó en esa misma campaña, también cree que de un tiempo a esta parte la situación, al menos en cuanto a la limpieza, ha ido de menos a más. «De alguna manera esto ha mejorado: hay más contenedores, se ve más gente limpiando...», afirma. No obstante, llama la atención sobre el hecho de que sigue sin haber suficientes aparcamientos.
Precisamente, el Ayuntamiento acaba de reasfaltar la Ronda de Vall d'Uxó, donde además ha generado decenas de nuevos espacios para aparcar. Asimismo, se ha reasfaltado un tramo de la calle Inca (y creado dos bandas de estacionamiento) ylas zonas comprendidas entre las calles Almansa y Pinoso, y entre Pinoso e Illueca. El edil Vía Pública, Héctor Díez, recuerda que junto al tanatorio de Carrús y centros públicos tendrán que estar habilitados estacionamientos para motos y para personas con discapacidad y antes del 31 de diciembre también tiene que estar repintado el polígono (actualmente está al 80%), además de mejorar la señalética, todo ello con una inversión de unos 250.000 euros.
Con todo, pese a estas últimas actuaciones, el polígono, donde se dan cita entre 600 y 700 negocios y que en esta última parte del año viene registrando un aumento en los robos, según algunos empresarios, está necesitado de una ambiciosa actuación que lo transforme y lo actualice, de algún modo, a los tiempos que corren.
