Al igual que sucedió en octubre, la tasa de ocupación hotelera de los establecimientos del municipio ilicitano en noviembre ha logrado superar la marca establecida el mismo mes del pasado año, al pasar del 64,8% de 2017 al 66,2% de 2018. Por su parte, el dato acumulado de ocupación en los once primeros meses del año llega al 72,2%, cifra que supera en un punto porcentual la cifra para el periodo de enero a noviembre de 2017.

La festividad del 1 de noviembre en 2018, que fue jueves, a diferencia de 2017, que coincidió en miércoles, ha permitido que el puente de Todos los Santos haya sido aprovechado por muchos turistas, gracias también a unas condiciones climatológicas favorables.

Estos datos permiten a Elche situarse en unas tasas de ocupación positivas para noviembre, uno de los meses más críticos del año, pero deben ser puestos en el contexto de una política de contención de precios que, si bien ha favorecido que un buen número de turistas se instalara en las habitaciones, no permite que los niveles de rentabilidad se sitúen en los umbrales deseados, según han valorado desde la Asociación de Empresas Turísticas de Elche (AETE).

Datos nacionales

El contexto turístico nacional, con cifras de octubre, es positivo. La llegada de visitantes extranjeros alcanzó los 7,6 millones, lo que supuso un incremento de un 5,0% respecto al mismo mes de 2017. La ocupación hotelera cerró octubre con una leve caída de 0,8 puntos porcentuales, mientras que la rentabilidad a través del indicador RevPar fue 2,5 puntos superior a la de un año antes, han apuntado desde AETE.

Tras la incertidumbre que ha acompañado buena parte del año turístico, todo apunta a que 2018 va a concluir con unas buenas cifras para el sector. Los principales retos siguen residiendo en el avance de la competencia en destinos del Mediterráneo oriental, cuya recuperación parece afianzarse para el año 2019 y en la incertidumbre que acompaña el desenlace del Brexit.

Ante este panorama, han indicado desde AETE, "resulta imprescindible, por un lado, seguir apostando por la calidad de la oferta, apoyada en un concepto de destino sostenible e inteligente. Por otro, es necesario que la promoción turística se oriente a movilizar la demanda tradicional en la que Elche tiene una asentada clientela, pero también a cautivar nuevos mercados y segmentos que puedan complementar y dar robustez al destino".

Igualmente trascendente para el sector ilicitano es avanzar en la regulación, en particular frente al desafío de las viviendas de uso turístico, una realidad que es preciso integrar desde una normativa homogénea en el territorio y que garantice la seguridad jurídica y unas condiciones de competencia justas.