«Las empresas pequeñas son pequeñas porque no innovan». Esto dijo ayer en Elche el vicepresidente ejecutivo de la Agencia Valenciana de la Innovación, Andrés García, que mantuvo un encuentro de trabajo con miembros del Círculo Empresarial de Elche y Comarca (Cedelco). Los empresarios pidieron el apoyo del representantes de la Administración para que el tejido empresarial de la comarca gane tamaño y para ello se acordó poner en marcha un proyecto que se vendió como una «revolución innovadora».
El presidente de Cedelco, Joaquín Pérez, aseguró que «necesitamos la colaboración de la Agencia Valenciana de la Innovación, porque sin innovación no podemos crecer». Por este motivo, la patronal ilicitana se ha ofrecido a ejercer de nexo entre las empresas y la Agencia Valenciana de la Innovación, para que el tejido empresarial se pueda beneficiar del trabajo que se realice en este organismo público, de reciente creación, y así «crecer gracias a la innovación». En este sentido, el empresario Joaquín Garrido insistió en que «el Consell debe acercarse a las empresas, que necesitan un enlace para que el tejido económico crezca a base de hacer cosas innovadoras».
De hecho, los empresarios recordaron ayer que en Elche no existe ningún centro tecnológico, de ahí la necesidad de que, según apuntaron, «Cedelco conecte a la Agencia Valenciana de la Innovación y a las empresas».
Proyectos
Este organismo lleva poco tiempo en funcionamiento, y hace unas semanas resolvió la primera convocatoria de ayudas a proyectos innovadores. En Elche, según explicó Andrés García, se van a llevar a cabo tres iniciativas, que ha obtenido el visto bueno. Por un lado se ha dado luz verde a una iniciativa que se ha impulsado desde el Hospital General de Elche y la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica (Fisabio) que tiene como propósito final conectar el mundo de la innovación en materia sanitaria con el tejido empresarial.
Otro proyecto incluido en la primera convocatoria de ayudas es el desarrollo de prótesis vaginales, que lidera la Universidad Miguel Hernández. El objetivo también es traladar el conocimiento de trabajos de investigación en esta materia a empresas que puedan desarrollar y comercializar la prótesis en todo el mundo.
El último proyecto que cuenta con el apoyo de este organismo es el que ha impulsado el Centro Europeo de Empresas Innovadores (CEEI), y que cuenta con la colaboración del parque científico de la Universidad de Alicante. Una iniciativa que, como las anteriores, persigue que las empresas absorban el conocimiento que sale de los laboratorios, en este caso universitarios, y que en la actualidad sigue siendo una asignatura pendiente.
