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Echa un pulso al alcalde

Aparcisa echa un pulso al alcalde y vuelve a llenar de vallas el Mercado para seguir con las excavaciones

La empresa delimita la zona en la que van a reanudarse el lunes las catas arqueológicas en la plaza de la Fruita

Aparcisa echa un pulso al alcalde y vuelve a llenar de vallas el Mercado para seguir con las excavaciones

La rescisión del contrato del Mercado Central anunciada por el alcalde, Carlos González, hace tan solo una semana no ha servido para pararle los pies a la empresa. Aparcisa ya lo advirtió: no negociaba, continuaría con las excavaciones arqueológicas y en enero pedirá el derribo del edificio. Y así lo ha hecho. La mercantil ha comenzado a llenar de vallas uno de los laterales de la plaza de la Fruita para hacer más catas. El próximo lunes tiene previsto empezar a levantar la calle para continuar con su proyecto.

De poco sirvió la primera reunión para negociar entre el regidor ilicitano con el gerente de Aparcisa, Álvaro Gordillo, tras la última carta del Icomos, el consejo asesor de la Unesco, que ratifica su negativa al Mercado mientras no tenga más documentación. El primer edil le pidió hace justo una semana que «de inmediato normalizara el entorno del Mercado Central». Así, de manera textual. Carlos González reconocía que la situación que están padeciendo los vecinos y los comerciantes de la zona «es insostenible», al tener problemas para desarrollar su actividad normal.

Sin embargo, nada ha frenado a Aparcisa para seguir adelante con sus planes. La empresa ya pidió a Urbanismo autorización para hacer la tercera fase de las catas, cuyos hallazgos servirán para que el Consell determine si existen o no riesgos de valor y si se puede realizar o no el proyecto con el parking subterráneo.

Quejas

De ahí que, como todavía no existe ninguna rescisión del contrato, sino que el alcalde le ha dado un plazo a Aparcisa para que reflexione, la mercantil haya decidido continuar con su hoja de ruta. De este modo, tras poco más de una semana de respiro para los establecimientos próximos al Mercado, la instalación del vallado ya empezó ayer a desatar el malestar de vecinos y propietarios de los negocios. «Nos van a poner otro pasillo aquí delante, como el del otro lado del edificio», criticaban vecinos, al tiempo que aludían a la sensación de inseguridad que genera en la calle un vallado de este tipo.

El hartazgo entre los negocios que sobreviven en la plaza de la Fruita también fue palpable. «Van a conseguir que los pequeños también nos vayamos, ya se fueron los grandes de aquí», lamentaban desde un local. Sus propietarios no entendían porqué vuelven las catas si el alcalde anunció que paralizaba el proyecto.

Ahora, tras reponer las aceras de la calle, donde empezaron a excavar después del verano, Aparcisa continuará en toda la franja que queda hasta la pared del edificio. Se trata, por lo tanto, del final de la tercera fase de las catas. En los meses anteriores los operarios han estado centrados sobre todo en los desvíos de las diferentes conducciones que allí han aparecido.

Una vez acabadas las excavaciones en este punto, la empresa enviará la documentación al Consell con todos los restos que puedan aparecer. Aunque todavía queda una cuarta fase de catas (entre los Baños Árabes y el inmueble), la idea de Aparcisa es hacer esas excavaciones con el edificio ya demolido.

Alternativa a Icomos

Mientras, la concesionaria del Mercado sigue trabajando en una alternativa que presentará ante el Icomos, el comité asesor de la Unesco, para acabar con el impacto del tráfico que generaría el parking del edificio de abastos en el entorno del Misteri y conseguir amarrarse el proyecto eliminando así cualquier posible amenaza sobre el Patrimonio de la Humanidad. La idea que maneja Aparcisa pasa por eliminar el tráfico y semipeatonalizar la calle Major de la Vila, donde se encuentra la Casa de la Festa, y por donde estaba proyectada la entrada al parking. La mercantil quiere ahora hacer la entrada y salida al aparcamiento por la calle Salitre, un vial que hasta ahora se quería utilizar solo para la salida de los vehículos del aparcamiento.

Sin embargo, un plan similar al que ahora la empresa está diseñando y documentando con arqueólogos ya fue tumbado por el Ayuntamiento en 2016. Hace dos años, el técnico de Tráfico emitió un informe negativo, haciendo referencia sobre todo a la seguridad vial y a sobrecostes. También aludió a la carencia de documentación.

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