El anuncio del alcalde, Carlos González, sobre su intención de rescindir el contrato del Mercado Central no deja de traer cola y de generar reacciones por las consecuencias que podría tener para la ciudad y para el centro, especialmente. Desde el PP apuntaron ayer a la «inseguridad jurídica» que crea el paso que ha dado el regidor ilicitano con para contratantes y proveedores con «un Ayuntamiento que es capaz de saltarse de este modo la legalidad», criticó el presidente del Partido Popular, Pablo Ruz.
El candidato a la Alcaldía insistió en la necesidad de «respetar la legalidad y el contrato firmado» y advirtió del peligro que supone la rescisión para «el futuro comercial y económico de la ciudad». Pablo Ruz se mostró así del lado de los placeros, con los que mantuvo ayer una reunión, y del lado del proyecto que firmó Mercedes Alonso en su última etapa como alcaldesa.
«Estamos con los placeros y con la legalidad. No podemos poner en peligro todo por un capricho político del Alcalde y sus socios. Es un proyecto perfectamente legal, vamos a estar del lado de los placeros y de los comerciantes y vamos a seguir trabajando para que el proyecto siga adelante porque es bueno para Elche», defendió Ruz.
Desaprobación
Desde el PP anunciaron ayer que están estudiando medidas y acciones para continuar batallando por un proyecto, que califican de «positivo». Uno de esos planes pasa por convocar un pleno extraordinario, junto a Ciudadanos, con el objetivo de desautorizar al alcalde en público y tratar de presionarle para que dé marcha atrás. Para ello, las dos formaciones de la oposición buscan el apoyo del Partido de Elche (socio de gobierno), que ya ha trasladado al regidor ilicitano su disconformidad con la decisión de romper el contrato. La formación de Pareja cree que la postura del alcalde ha sido precipitada, no comparte las opiniones de PSOE y Compromís respecto al futuro del Mercado Central, pero otra cosa será si decide desmarcarse en un posible pleno extraordinario para aliarse con PP y Cs.