Durante los nueve primeros meses del año las infracciones penales se redujeron un 4,1% en la ciudad con respecto al mismo periodo de año anterior. En estos datos tienen una incidencia importante el descenso en el número de hurtos, ya que es el tipo de delito más común. También han descendido los robos con violencia e intimidación (un 34,1%) y las sustracciones de vehículos (un 16,2%). En la cara opuesta de la moneda se encuentran los robos en domicilios, con un aumento del 18,9%, que ha originado que desde la Comisaría de la Policía Nacional se haya instaurado un plan de actuación especial que, según afirmaron fuentes judiciales, ya está dando sus frutos durante este último trimestre del año.

Hay dos tipologías delictivas que también lastran la estadística: la relacionada con los delitos contra la libertad e indemnidad sexual (abusos sexuales), que crecen un 8,7% y las infracciones relacionadas con el tráfico de drogas, que se dispararon un 45,2%.

No obstante, en cuanto a este último tipo de delitos, como ya señaló el comisario de Elche, Javier Pérez Castillo, su aumento está relacionado con una mayor delincuencia relacionada con los estupefacientes, sino con un mayor control policial, ya que se han creado planes especiales de actuación contra este tipo de conductas que hace que los efectivos policiales lleven a cabo mayores redadas y se denuncien a los presuntos traficantes.

Este año ha sido especialmente negro también en cuanto a homicidios. Si bien en 2017 no se consumó, por suerte, ningún caso en la ciudad -hubo uno en grado de tentativa-, este año se han producido dos muertes violentas. La primera tuvo lugar a finales de mayo, cuando presuntamente un hombre asesinaba a su madre, de 69 años. El segundo caso se registró a mediados de septiembre, cuando un niño de dos años fallecía en el hospital después de haber recibido una brutal paliza, presuntamente a manos de su padrastro. Tanto el hombre como la madre del menos fueron detenidos y acusados de homicidio.