Un estudio de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital General de Elche alerta de que, lejos de mejorar, el porcentaje de personas que mantiene relaciones sexuales sin preservativo con parejas no habituales no deja de crecer. De hecho, según los datos del trabajo de investigación de la unidad, el 49% de los hombres homosexuales admite que no utiliza protección en sus relaciones. Un trabajo que aunque se ha hecho con «hombres que tienen sexo con hombres, al ser la población de más riesgo y la que tenemos más acceso en consultas, es perfectamente extrapolable al resto de la población», aseguró Marta Fernández, de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital General de Elche. Es más, «en parejas heterosexuales, el porcentaje podría ser incluso mayor», ya que, en muchas ocasiones, muchas parejas se limitan a usar el anticonceptivo femenino sin pensar en el contagio de enfermedades relacionadas con las prácticas sexuales.

La consecuencia pasa por el aumento de los casos de contagio de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) que los facultativos llevan tiempo percibiendo en las consultas médicas. El motivo, como ya han señalado en otras ocasiones, pasa porque «se le ha perdido el miedo al VIH, ya no lo consideran como una enfermedad mortal, porque es cierto que no lo es y, aunque es una enfermedad crónica, si se coge a tiempo los tratamientos actuales hacen que el virus sea indetectable en sangre», señala Mar Masiá, jefa de la unidad. Sin embargo, también recuerda que «el VIH no es, ni mucho menos, la única ETS de la que preocuparse. En los últimos años estamos percibiendo un aumento preocupante de casos de sífilis y gonococo, sobre todo entre la gente más joven». Esto se debe a que las nuevas generaciones son las que más han perdido ese miedo al VIH, pues no han vivido el efecto que tuvo la epidemia del virus hace décadas, y ya han asumido esa ETS como crónica y no mortal de necesidad.

Prácticas

«No les gusta el preservativo. Prefieren asumir el riesgo. Hay pacientes que nos lo dicen claramente. Saben a lo que se exponen pero, aun así, deciden asumir las consecuencias anteponiendo el placer sexual», añaden desde el Hospital General. El estudio también recogió los hábitos sexuales de los encuestados, lo que también permite establecer cierta relación entre las prácticas sexuales y ese aumento de las ETS en los últimos años. Así, cada vez son más populares las conocidas como «chemsex», que consiste en el consumo de drogas para mantener sexo durante horas.

En este sentido, es frecuente el uso de poppers y otras sustancias estupefacientes. Aunque las más peligrosas, señalan desde el Hospital General, son que se administran por vía parenteral e intravenosa, lo que facilita aún más los contagios, sobre todo de la hepatitis.

Por tanto, desde el centro hospitalario quisieron hacer un llamamiento para el uso del preservativo, ya que «es la única forma de eliminar estos contagios», así como la necesidad de realizar chequeos anuales de ETS si se mantienen relaciones de riesgo.