«Es la gota que colma el vaso». Con esta frase, Manuel Valverde, el presidente de los vendedores del mercado provisional, desplazados en su día desde el Mercado Central y que respaldan el proyecto del nuevo edificio, mostraba ayer la indignación de sus compañeros. El representante de 33 negocios y más de cincuenta familias manifestaba que existe un «malestar increíble» a raíz de lo acontecido en las últimas horas, una situación que acumula muchos años ya de hartazgo.
La preocupación ante el hecho de que la empresa concesionaria abandone el mercado provisional, lo cierre o les reclame cuotas futuras y, sobre todo, por el futuro de su medio de subsistencia, está inevitablemente en la mente de estos vendedores, que tienen claro, por otra parte, que no se van a quedar de brazos cruzados.
No obstante, por el momento van a permanecer a la expectativa. En primer lugar quieren saber si el anuncio desde el Ayuntamiento de Elche es definitivo, así como esperar a esa posible reunión entre el equipo de gobierno y la concesionaria.Calma y paciencia
«Hemos hablado con nuestro abogado y nos ha dicho que tengamos calma y paciencia», indicaba Valverde, quien añadía que a partir de ahí los propios afectados se reunirán para decidir qué hacer o cómo actuar.
Por otra parte, consideran que la interpretación que hace el alcalde del escrito de Icomos es «partidista». «Le han dado la vuelta al escrito de Icomos», señalan desde el mercado provisional, al tiempo que apuntan que no saben si el alcalde ha tomado esta decisión a raíz del anuncio hace escasos días de su jefe de filas, Alejandro Soler, para que se resolviera lo antes posible esta cuestión, o tiene que ver con el deseo de iniciar la peatonalización de la Corredora al margen del edificio de abastos, o por cualquier otra estrategia.
Por otra parte, en un comunicado de los vendedores, se reiteraba que el alcalde había manifestado públicamente que la única salida que veía al Mercado era la rescisión del contrato «consciente como es de que ello va a suponer la judicialización del asunto y muchos años con la total paralización de las obras, contrariamente a lo que le apunta Icomos».
Ante ello, consideran que la primera autoridad local «no puede engañar a la ciudadanía, indicando el finiquito del proyecto amparándose en el comunicado de Icomos, ya que lo que Icomos ha dicho por escrito es que solventándose estos dos problemas el impacto sobre el Misteri queda mitigado y, por tanto, no existe obstáculo alguno para la construcción del mismo».
Los placeros, en cualquier caso, van a esperar a esa reunión entre las dos partes y a que Aparcisa se pronuncie.
