La fiscalía pide penas que suman 33 años de cárcel para los tres integrantes de un grupo que, presuntamente, detonó dos artefactos explosivos caseros en sendos cajeros automáticos exteriores de bancos de Alicante y del barrio de Altabix, en Elche. El juicio por estos hechos está previsto entre mañana y el viernes en el juzgado de Lo Penal número 8 de Alicante por unas sustracciones ocurridas entre agosto y octubre de 2017 en cajeros de sucursales situadas en la avenida Historiador Vicente Ramos de Alicante (3 de agosto) y en calle Ilicitano Ausente de Elche, en el barrio de Altabix, el 24 de octubre de 2017.

Según la calificación del ministerio público, facilitada a Efe, los acusados son los hermanos J.M. y R.L.A., ambos vecinos de Santa Pola, y C.C.R., de El Altet.

Supuestamente, éste último se dedicaba a conducir un vehículo Seat León al que cambiaban las matrículas para la huida mientras que los hermanos colocaban los artefactos explosivos, que previamente eran preparados, almacenados y transportados a los cajeros exteriores elegidos.

Con consecuencia de las explosiones, los restos de uno de los cajeros salió despedido a una distancia de 28 metros y el otro a más distancia, 32.

A J.M.A., buscado por un juzgado de Málaga por incumplimiento de varias condenas de robo, se le pide una pena de 11 años y 3 meses por los presuntos delitos de pertenencia a grupo criminal, robo con fuerza en las cosas, falsedad en documento público y tenencia de explosivos, mientras que para su hermano la solicitud es de 11 años y para C.C.R. de 10 años y 9 meses, por los mismos delitos.

Además de las dos explosiones, el fiscal considera probado que intentaron robar del mismo modo en otra sucursal de Rojales, aunque el artefacto no llegó a detonar.

En el robo de la avenida Historiador Vicente Ramos se hicieron con 9.550 euros mientras que en el de Elche no llegaron a apoderarse del dinero porque los 11.770 euros que había en el cajero quedaron esparcidos en el suelo del interior de la sucursal bancaria.

En un registro domiciliario se encontraron soportes metálicos caseros de explosivos de 23 por 12 centímetros, un tarro de plástico con 255 gramos de una sustancia con perclorato potásico, azufre, aluminio y magnalium, y un cable de 8 metros con modificaciones para explotar un artefacto.

Del mismo modo, se encontró una cruceta artesanal de 60 centímetros utilizada para violentar la ranura del dispensador de billetes de los cajeros, para introducir la carga explosiva, entre otros efectos.

Junto a la pena de cárcel, el ministerio público demanda que indemnicen conjunta y solidariamente al banco con los 9.550 euros sustraídos, además de que paguen 80.000 por los daños causados en los cajeros y las entidades, 51,36 a la dueña de un coche cercano y otros 4.300 a un centro dental cercano que también sufrió desperfectos