La concesionaria del proyecto del Mercado Central ha retomado esta semana los trabajos en el entorno del edificio de abastos para tapar las aceras levantadas y poder continuar con la tercera fase de las catas arqueológicas, que arrancaron hace un año en el perímetro del inmueble. Sin embargo, no serán las últimas, ya que todavía queda una cuarta fase, tal y como ha advertido hoy el edil de Urbanismo, José Manuel Sánchez. Se trata del espacio comprendido entre los Baños Árabes y la fachada principal del edificio.

Eso sí, le corresponderá a la Conselleria dictaminar cuándo han de realizarse esos trabajos arqueológicos y no al Ayuntamiento de Elche. De cualquier manera, el concejal de Urbanismo ha precisado hoy que la empresa solicitó un plazo de once meses para la tercera fase de las excavaciones.

El edil José Manuel Sánchez también ha asegurado que ha pedido un informe a los técnicos sobre la situación de demora que viene arrastrando las catas. "La empresa se había comprometido a finalizar las obras en un plazo de tiempo y ha transcurrido. Quiero saber lo que ha pasado", ha asegurado Sánchez.

El equipo de gobierno también está a la espera, desde el 20 de agosto, de que el Consell tome una determinación tras requerir Urbanismo la necesidad de tapar las zanjas abiertas para proteger los restos arqueológicos ante las lluvias.

Tras dos catas arqueológicas anteriores -la primera en los Baños árabes (2013) y la segunda en el subsuelo del edificio (2016)- los nuevos trabajos comenzaron en noviembre del pasado año en el entorno del inmueble. La plaza de la Fruita es el escenario donde la firma adjudicataria del proyecto, Aparcisa, empezó a levantar el pavimento con una pala. Una tarea que se ha extendido hasta ahora en todo el perímetro del Mercado y la calle Ànimes.

En febrero de este año, se produjo otro parón en las catas. El Ayuntamiento vinculó el retraso con errores en la documentación presentada por la firma adjudicataria del proyecto para desviar las acometidas. Mientras, desde la empresa, Aparcisa, lo achacan a las «trabas administrativas» que, a su juicio, le está poniendo el equipo de gobierno para continuar con el proceso.

En febrero, la empresa adjudicataria del proyecto presentó una petición al Ayuntamiento para desviar las infraestructuras que interfieren en la tercera fase de las catas. Lo hacía así porque en el tramo que queda por examinar hay servicios que hay que desviar. Sin embargo, tras esa solicitud, el técnico municipal de Urbanismo requirió un informe de Aigües d'Elx y también vio necesario un informe de Patrimonio Cultural de la Conselleria, al ver que en el proyecto presentado por Aparcisa no se encontraba la autorización del Consell.

Tras las fiestas de agosto se reanudaron los trabajos en el otro extremo de la plaza de la Fruita, donde siguen trabajando después de otro paréntesis.