Los juzgados de Elche ingresan cada cuatro horas un caso de violencia de género. Una lacra social que no deja de crecer. Así lo atestiguan los datos del Consejo General del Poder Judicial, de los que se extrae que el número de causas abiertas en el partido judicial de Elche, que engloba toda la comarca del Baix Vinalopó, aumentó un 26% durante el último año. Así, durante el segundo trimestre de 2018, el Juzgado de Violencia de Genero de la ciudad ingresó 577 nuevos asuntos. Más de seis al día. Desde la Ciudad de la Justicia de Elche señalan que uno de los motivos por el que el número de casos no deja de crecer tiene más que ver con la concienciación social y la implicación de las autoridades policiales y sanitarias que con un aumento de la violencia en sí misma. Y es que, del total de expedientes ingresados en los juzgados, solo el 53,6% se inician por denuncias que parten de la propia víctima, y de ese 53,6%, el 52,6% se produce tras un atestado policial y solo en el 1% de los casos las víctimas acuden directamente al juzgado a poner la denuncia.

A tenor de estos datos, el trabajo policial contra la violencia de género se ha vuelto determinante, y los atestados que presentan las diferentes Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado resultan fundamentales para luchar contra la violencia de género. El 17,7% de los casos que ingresan los juzgados se deben a una intervención directa de la Policía. Es decir, presentadas de oficio. La concienciación de los sanitarios también está dando sus frutos, como demuestra el hecho de que el 13,5% de las denuncias que se realizaron en los juzgados de abril a junio de este año procedieran de partes de lesiones remitidos también de oficio desde los diferentes centros sanitarios.

Una cifra similar, el 13,7% de los expedientes abiertos en los juzgados, se iniciaron a instancias de familiares de las víctimas, por lo que las autoridades judiciales insisten en el papel determinante que tiene el entorno de la víctima a la hora de hacer frente a la violencia machista, para visibilizarla y ayudar a quien la sufre a dar el paso y denunciar su situación. Y es que, el mayor problema al que se siguen enfrentando jueces y fiscales a la hora de enjuiciar a los denunciados es la falta de pruebas o que, en las ocasiones en las que la denuncia no parte de la víctima, que son el 46,4%, las mujeres rechazan declarar en contra de los acusados, por lo que se cierra el proceso.

Por tanto, pese a que se ingresaron 577 asuntos en el segundo trimestre del año, solo se sentaron en el banquillo 50 hombres acusados de violencia machista. Los jueces los condenaron en el 86,2% de las ocasiones. El resto fue absuelto pero, según fuentes judiciales, por falta de pruebas o porque la víctima finalmente optó por no declarar, ya que no hubo denuncias falsas.