Aunque a día de hoy parezca que los alquileres de locales en el centro de Elche son caros, lo cierto es que los empresarios que optan por los centros comerciales tienen que hacer frente a cuantías económicas mucho mayores.

Por poner algunos ejemplos, en el Centro Comercial L'Aljub hay establecimientos de tamaño mediano que reconocen hacer frente a alquileres de 5.000 euros y 8.000 euros, y que se justifican en una mayor afluencia de clientes que en el casco urbano.

Para montar un expositor portátil en un pasillo durante un mes en la campaña de Navidad se piden más de 4.000 euros. «Si en el centro tuviésemos la misma rotación de clientes que en centros comerciales no nos importaría pagar más por el alquiler», reconoce un comerciante del casco histórico.

De todas formas, los centros comerciales calculan el precio del alquiler del local en función de la oferta que haya en él. No paga lo mismo un restaurante que un comercio de moda, y también varía en función del número de establecimientos similares que haya en el recinto. En este sentido, los gestores de los centros comerciales tratan de fomentar una mayor oferta de servicios ofreciendo suelo más económico a actividades que escasean, y con las que se busca complementar la oferta.

La pega que ponen muchos comerciantes a estos espacios es que las tiendas están obligadas a respetar el horario comercial y a abrir todos los festivos que marque su calendario. Si esto no se respeta puede caer sanción.