Una nueva modificación presupuestaria acordó ayer el equipo de gobierno. Esta vez, el ejecutivo local ha dado luz verde a hacer un reajuste de las cuentas de 2018 para destinar 1,6 millones de euros a amortizar deuda, al obligarlo así la Ley de estabilidad presupuestaria. El otro importe, de 200.000 euros, corresponde al pago de una tasa que impone el Consell al Ayuntamiento por toneladas de recogidas de residuos sólidos industriales, como consecuencia de un cambio de normativa con el que se aumenta el importe a los consistorios.