A medio año de las urnas y al cabo de tres años y medio el equipo de gobierno tuvo que lidiar ayer con una protesta de algo más de 200 personas en plena Glorieta clamando medidas para resucitar el centro de la ciudad. Por primera vez en todo el mandato, el comercio, empresarios, vecinos y vendedores del Mercado Central salieron juntos a la calle para pedir soluciones a los responsables municipales y para cargar, de paso, contra su gestión sobre el edificio de abastos y hacerles responsables de la decadencia que sufre el casco histórico.El cierre de comercios, la bajada de las ventas, las obras del entorno de la plaza de las Flores y el estancamiento del proyecto del Mercado Central se convirtieron anoche en el arma arrojadiza utilizada por comerciantes y placeros contra el equipo de gobierno, en una protesta que logró llenar uno de los puntos más emblemáticos del centro de Elche. La cita contó incluso con el desembarco de la plana mayor de la concesionaria, incluido el gerente de Aparcisa, Álvaro Gordillo; así como del Partido Popular y de Ciudadanos, que aprovecharon el momento para ponerse en primera línea.

Pasadas las 20 horas, la Glorieta comenzó a llenarse tras la convocatoria anunciada hace justo una semana por los vendedores del Mercado Central. La primera en tomar la palabra fue la presidenta de la Asociación de los Comerciantes del Centro de Elche, Carmeli Rodriguez. La portavoz del colectivo, surgido justo este año, contrario al proyecto de peatonalización de la Corredora que presentó PSOE y Compromís y partidario de una iniciativa más amplia para el casco histórico, con el proyecto del Mercado Central incluido, no escondió su malestar contra el Ejecutivo local. «Los intereses partidistas nos han llevado a esta situación», dijo subida en el escenario. Aseguró a todos que los negocios del centro están sufriendo «deterioro y angustia» ante la bajada de las ventas y el cierre de locales.

También criticó las luces de Navidad, «sacadas de los años setenta», y reprochó al equipo de gobierno su decisión de mantener cerrada la calle Corredora los sábados al tráfico rodado. Algo por lo que el colectivo ha venido trasladando sus quejas desde hace un año al considerar que perjudica directamente a las ventas.

Y, en una línea similar se pronunciaron los vendedores del Mercado Central, que realizan su actividad en las instalaciones provisionales de la avenida de las Cortes Valencianas. De la mano del portavoz del colectivo de placeros, Manuel Valverde. Tan solo un día después de reunirse con el alcalde, Carlos González, en su despacho, el representante de los vendedores vinculó con intereses electorales que el regidor les prometiera poder quedarse en el mercado provisional si rescinde el contrato y todo acaba en los tribunales. Arrojó dudas ante el compromiso del primer edil y no solo eso, acusó a los responsables municipales de poner trabas y de anteponer el color político a los intereses generales de la ciudad.

«Hay comercios que sufren restricciones por legislaciones ambiguas», recriminó.

Icomos

El segundo informe de Icomos, el comité asesor de la Unesco, del que pende el proyecto del Mercado Central, también fue ayer desmerecido por los placeros y por Aparcisa, al fin y al cabo. Así se pronunciaron después de conocer que la baza del alcalde para romper el contrato será si el organismo se ratifica y dice que el aparcamiento proyectado en el edificio de abastos pone en peligro la declaración del Misteri como Patrimonio de la Humanidad. Los placeros ni los comerciantes del centro entienden que después de tres años y medio el Icomos pueda acabar siendo ahora determinante para el futuro del Mercado y, en definitiva del centro. ¿Por qué ahora y no al inicio del mandato? es la pregunta que hicieron en voz alta. Los reproches continuaron y el representante de los placeros acusó también al equipo de gobierno de no haberles escuchado.

Como ellos también se postuló Aparcisa, pero sin subir al escenario. El gerente de la concesionaria restó valor al informe de Icomos y calificó la institución de ONG que no ha tenido en cuenta las informaciones que les ha ofrecido la empresa sobre el proyecto. Álvaro Gordillo se resistió a aceptar que se pueda «rescindir el contrato» y también puso en duda que los placeros se puedan quedar en el mercado provisional en las mismas condiciones que hasta ahora si el conflicto se judicializa, tal y como dijo el alcalde.

Apoyos

La sensación de que el centro está muerto y que necesita con urgencia una reactivación no solo es cosa de los placeros y de los comerciantes del centro. También lo comparten otras plataformas y entidades que ayer asistieron a la protesta. Vecinos de la calle Ángel y adyacentes, que en los últimos meses también se han movilizado contra la peatonalización de la Corredora y el desvío del tráfico por Alfonso XII, también respaldaron la movilización.

La patronal del sector servicios Aesec volvió a reivindicar el proyecto del Mercado Central como clave para conseguir la revitalización del centro. Desde la plataforma Elche Piensa, que también acudió al acto, destacaron la importancia de que haya un punto de inflexión como el de anoche para urgir esa reactivación del casco histórico.