El Partido de Elche acordará con la ejecutiva de la formación si vota a favor o no de los presupuestos municipales de 2019 después de que el alcalde, Carlos González, cerrara ayer la puerta a una rebaja del IBI, pese a correr el riesgo de quedarse sin cuentas para el año electoral. Por el momento, el tercero de los socios de gobierno no contempla dejar solos a PSOE y Compromís, que aún así están en minoría, por lo que necesitarían apoyos de la oposición para sacar adelante el proyecto de ingresos y de gastos para el próximo ejercicio.

Jesús Pareja ha dicho que en su programa electoral para mayo de 2019 prometerá una bajada regresiva del impuesto. Sin embargo, el portavoz del Partido de Elche ha reconocido "no tener poder" para que el impuesto se baje "otra cosa es que lo propongamos". También ha dicho que en caso de tener que sacar adelante los presupuestos valorarán el conjunto de propuestas para sacar adelante los proyectos necesarios para la ciudad el 2019.

"Sabiendo que no depende de nosotros bajar el IBI tampoco vamos a dejar de lado cosas importantes para la ciudad como el nuevo pabellón de deportes adaptado", ha señalado Pareja.

Precisamente, Ciudadanos señaló ayer al tercer socio de gobierno, al Partido de Elche, para que fijara ya posiciones respecto al tributo municipal.

Ciudadanos, en este sentido, acusó a la formación de Jesús Pareja de «estar escondido», después de que en junio se desmarcara de PSOE y Compromís y se alineara con la oposición para bajar el IBI.

El portavoz de Cs recriminó al Ejecutivo local que «saltarse un acuerdo plenario es un acto irrespetuoso para quienes han sufrido la subida de impuestos de forma sistemática y el despilfarro de todos los gobiernos anteriores».

Caballero insistió, de nuevo, en que el Ayuntamiento puede compensar la bajada del 6,5 % con el incremento del «catastrazo», refiriéndose al aumento de los ingresos que recibirán las arcas municipales tras la regularización catastral impulsada por el Gobierno central.Postura del alcalde

El alcalde, Carlos González, ha cerrado por completo la puerta a una rebaja del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) para el último año del mandato. No surtió efectos el ultimátum que ayer decidió dar Ciudadanos al equipo de gobierno para bajar el tributo en un 6,5%. De su apoyo dependen, al gobernar en minoría, para sacar adelante las cuentas del año electoral o, de lo contrario, tengan que prorrogarse. Ayer, David Caballero decidió apretar todavía más al Ejecutivo local y les amenazó con votar en contra si no hay rebaja, después de dos años apoyándoles. Hasta ahora habían hablado de abstenerse si no había bajada de impuestos.

Sin embargo, esa advertencia, que llega justo días después de que altas esferas de la formación naranja se desplazaran desde València para hablar de la estrategia a seguir de cara a los presupuestos del año de las elecciones, sirvió de bien poco. Los socialistas creen, y es la postura que ha compartido Compromís hasta ahora, que bajar el IBI se traducirá en recortar servicios públicos y prestaciones sociales. Los principales socios de gobierno han defendido la necesidad de primar las ayudas de 150 euros que este año llegarán a más de 6.000 familias.

Recibo medio

El alcalde insistió ayer en que el recibo medio que pagan los ilicitanos es de 247 euros en Elche y que se encuentra un 22% por debajo de la media de las grandes ciudades del país. El promedio de la factura de las capitales de provincia es de 315 euros.

Fueron algunos de los argumentos que dieron los socialistas. Esos y que una bajada del IBI solo beneficiará a las rentas más altas. Como ejemplo, Carlos González apuntó a que la mayoría de los contribuyentes ahorrarían una media de 11 euros, mientras que unos 10.000 ilicitanos acabarían ahorrándose 200 euros en la factura del IBI. También cifró en cinco millones los ingresos que se dejarán de percibir si se baja el principal impuesto municipal.