El líder de la secta peruana que captó a la joven ilicitana Patricia Aguilar, Félix Steven Manrique, continuará en prisión. Así lo ha decidido el tribunal peruano tras la vista que se produjo hace algunas semanas, según ha confirmado la familia de la muchacha a este periódico. El tribunal ve «claros indicios» de que el líder de la secta, acusado de trata de personas, cometió «delito grave» no solo contra Patricia, sino contra las otras dos mujeres liberadas por la Policía este verano.

Manrique había pedido salir en libertad en una vista que se celebró a mediados de octubre, tras cambiar de abogado, según informó también en su momento la familia. En España, también ha nombrado un letrado, según adelantó INFORMACIÓN para defenderse de las acusaciones de coacciones, prostitución, corrupción de menores, explotación sexual y contra los derechos y deberes familiares.

Sobre los hechos que aparecen en la declaración de Patricia Aguilar, la magistrada que lleva el caso en Elche pretende tomar declaración a Manrique en Perú. Con este fin se enviará una comisión rogatoria a la prisión para que testifique, aunque el acusado podría negarse a ello. En cualquier caso, esta es una cuestión que no se resolverá en los próximos días y que ahora está pendiente de una serie de trámites en los que participará el Ministerio de Justicia para gestionar la petición. La jueza quiere también ampliar la declaración de Patricia Aguilar que da lugar a estas actuaciones y en la cual aseguraba que grabó videos sexuales como parte de su proceso espiritual y que sufrió malos tratos, siempre según la información publicada por el citado medio.

Hechos

La joven se marchó a Perú cuando cumplió la mayoría de edad, lo que dificultó que las autoridades españolas pudieran buscarla o se interesaran por su caso. De hecho, el padre de Patricia ha pedido un endurecimiento de la legislación para casos de secta, como el que ellos han sufrido, al considerar que con la actual normativa puede volver a repetirse otra situación parecida. Estancia

Patricia fue captada a través de internet, donde Manrique se presentó a ella como un experto en la interpretación de sueños. En su declaración la joven, que tuvo un niño durante su estancia en Perú, aseguró que fue utilizada para captar a otras jóvenes.

Ella vivía en una selva en compañía de estas mujeres cuando fue liberada gracias al esfuerzo de su padre, quien desde el primer momento batalló para que regresara a casa.

La investigación que permitió liberar a la joven ilicitana se inició hace más de un año, según señaló ayer la familia de la chica, como fruto de la insistencia y las pesquisas previas que realizaron sus seres queridos. De hecho, el padre de la joven, Alberto Aguilar, viajó hasta Perú el pasado 7 de junio para acelerar la investigación, y estar presente en el momento en el que la joven fuera liberada.