Tal y como se presagiaba, cientos de personas, tanto adultos como alumnos, se han concentrado esta mañana, desde primera hora, a las puertas del intituto de Torrellano para denunciar no solo la falta de arreglos en este centro, sino también, de paso, la ausencia de inversiones para el colegio La Paz, de esta misma pedanía, y, por extensión, para el resto de centros educativos del Camp d'Elx que siguen esperando fondos.

Entre las 8 y 8.30 horas de esta mañana, numerosas familias de Torrellano, pero también de otras partidas cercanas, desde donde envían a sus hijos a estudiar a este centro, han querido secundar la convocatoria de protesta impulsada por las asociaciones de madres y padres de este IES y de los dos colegios públicos de esta misma pedanía.

El instituto lleva desde marzo de 2016 que la Conselleria de Educación arregle una grieta en un muro, todo ello después de que haya habido al menos dos deficiencias en este inmueble que, en ambos casos, sí han sido reparadas.

No obstante, las familias han visto como en el caso de la grieta, el problema ha terminado por eternizarse y tras numerosos incumplimientos por parte de los políticos, la comunidad educativa de Torrellano ha decidido retomar las movilizaciones, protestas que continuarán esta misma semana, en concreto este mismo miércoles, a las 12.30 horas, a las puertas del colegio La Paz.

Durante la protesta de esta mañana, los padres se han mostrado muy indignados con la Conselleria de Educación, que es la que se tiene que encargar de asumir el coste y de sacar a licitación la obra, pero también con los responsables del Ayuntamiento de Elche.

Enfado con Marzà

Cabe recordar que días atrás quedó de manifiesto que la paciencia también se le ha empezado a agotar a la dirección del PSOE de Elche con la falta de inversiones en los centros educativos de la ciudad por parte del Consell. Y más después de que las pedanías hubieran anunciado las dos movilizaciones, precisamente por el déficit de infraestructuras educativas.

Recordamos que la ejecutiva socialista estalló la semana pasada contra sus socios en València y acusó al conseller de Educación, Vicent Marzà, de «no estar a la altura» con Elche y le culpó de no estar cumpliendo con su obligación. Es más, pidió a su jefe en el Gobierno valenciano, Ximo Puig, que «tomara cartas en el asunto para acabar con esta injusticia y el déficit histórico en materia de infraestructuras educativas».

La cúpula del PSOE, en manos de Alejandro Soler, se posicionó del lado de la edil socialista, Patricia Macià, después de que tras la protesta convocada no solo contra el Consell, sino contra el Ayuntamiento, también reaccionara en ese sentido y decidiera ponerse del lado de los padres, exigiendo al departamento que está en manos de Compromís en València, que actuara con urgencia para arreglar el muro del instituto de Torrellano. La dirección del Partido Socialista ha subido el tono de las críticas hacia el conseller de Educación. El portavoz de la ejecutiva, Ramón Abad, responsabilizó al PP de la situación de los últimos 20 años en materia de Educación, pero reconoció que «el Botànic llegó con ilusión y la esperanza de resolver los problemas y necesidades de las personas y para cambiar la vida de los ciudadanos».

A medio año

Los socialistas ilicitanos se desmarcaron de sus socios en València y dijeron que «no es de recibo que la tercera ciudad de la Comunidad Valenciana no esté entre las prioridades del conseller de Educación». Se refirió Abad a los déficits en construcción y mantenimiento de centros educativos que son competencia de la Administración autonómica. Ahora, ante el malestar creciente en la ciudad y a medio año de las elecciones municipales, la dirección socialista, de la mano de su portavoz, criticó que «ya no es momento de promesas ni plazos administrativos, es momento de realidades y voluntad política».

Ramón Abad apuntó a que «casi dos meses después no hay avances; los problemas siguen estando sin resolver, los barracones de nuestro municipio no se han erradicado en su totalidad y hay problemas de mantenimiento estructurales en la fachada del instituto de Torrellano en el que la comunidad educativa está corriendo un serio peligro de seguridad».