Unos 200 alumnos matriculados en la escuela permanente de adultos EPA El Manantial de Elche no terminan de entender cómo es posible que en los tiempos que corren no solo lleven desde principios de curso sin profesor de Valenciano, en concreto desde el 18 de septiembre, sino que, además, nadie haga nada para resolver el atolladero informático que hace que prácticamente solo se asigne a un docente por semana. Y además, nunca capacitado realmente para impartir esta enseñanza.
En el último caso, por ejemplo, el sistema informático, que martes y jueves, a través de lo que se conoce por un lado como «adjudicación continua» y por otro «puestos de difícil cobertura», validó para la EPA El Manantial un docente con la capacitación en valenciano, pero que en realidad no era «mestre en Valencià»: era químico.
Esto se traduce en que a esta escuela de adultos, cada semana que pasa sí se le asigna un profesor, pero, hasta la fecha, nunca con la especialidad necesaria para impartir clases en Valenciano. Esto significa que como no es apto, el centro educativo tiene que esperar a la próxima semana a ver si se le asigna un nuevo docente con los requisitos necesarios.
Y así están en este centro, en un continuo «día de la marmota», en el que los principales perjudicados son los estudiantes, que bastante tienen con tratar de sacar adelante su formación.
El Manantial, uno de los tres centros de formación de adultos con que cuenta Elche, es uno de los cerca de 30 centros educativos en toda la provincia de Alicante que estarían esperando un profesional para impartir clases Valenciano, un problema del que la Conselleria de Educación es muy consciente y que está tratando de solucionar desde hace tiempo.
El malestar entre los alumnos ilicitanos fue a más en su día cuando tuvieron conocimiento de que esta plaza vacante lo está así desde hace meses y la Conselleria de Educación, además, lo sabe desde el pasado mes de junio, puesto que se trata de una jubilación anunciada.
Los estudiantes de ese centro, sobre todo los que buscan examinarse a través de la Junta Qualificadora de Coneixements de Valencià, como entidad que acredita los diferentes grados de conocimientos de valenciano, temen seriamente que no puedan presentarse finalmente a los correspondientes exámenes, a pesar de haberse decidido a matricularse para mejorar su formación confiando en la enseñanza pública.
