La Generalitat Valenciana ve viable la posibilidad de crear una deducción fiscal vinculada al tramo autonómico del IRPF en la que se puedan encuadrar las ayudas recibidas por los vecinos de San Antón para la adquisición de los nuevos pisos con los que se está regenerando el barrio, según ha explicado el alcalde de Elche, Carlos González, quien junto con el concejal de Urbanismo, José Manuel Sánchez, y el gerente de Pimesa, Antonio Martínez, se ha reunido esta mañana en Valencia con el director general de Tributos, Eduardo Roca, y técnicos de su departamento, según ha informado el Ayuntamiento de Elche en una nota de prensa.

Carlos González también explica sobre el alcance de las deducciones que “por su naturaleza autonómica, al ser un impuesto cedido en un 50% a la Comunidad, ésta no puede legislar más que sobre ese porcentaje”. Y, por otra parte, “vamos a propiciar una reunión con el responsable de la Delegación Especial de la Agencia Tributaria de Valencia para intentar conseguir algún tipo de aplazamiento o fraccionamiento de los pagos hasta alcanzar una solución definitiva al problema fiscal surgido”.

El alcalde de la ciudad, acompañado también por el concejal de Urbanismo y el gerente de Pimesa, se reunió la semana pasada en Madrid con el subdirector general de Tributos y técnicos del Ministerio de Hacienda con el fin de encontrar una solución a este problema fiscal “porque las subvenciones recibidas para comprar los pisos en el barrio tributan, se integran en el IRPF, y suponen importantes cuantías que deberán ser abonadas por los perceptores de las mismas, familias humildes con rentas bajas”, señaló González.

El alcalde considera que “para ser viable la rehabilitación del barrio las subvenciones percibidas por los vecinos tienen que ser neutras desde el punto de vista fiscal y no tributar”. Este es el motivo que ha llevado a Carlos González a realizar estas entrevistas para que la carga fiscal no acabe castigando las economías de estas familias.

En el barrio ilicitano de San Antón se está acabando la primera fase de rehabilitación que consiste en la construcción de tres bloques de 74, 120 y 90 pisos, respectivamente, en el primero de los cuales ya hay 74 familias viviendo. Asimismo, el equipo de gobierno municipal ha encargado a la empresa municipal Pimesa el inicio de las gestiones necesarias para llevar a cabo la segunda fase, que contempla la construcción de un nuevo bloque de 55 viviendas, según se recuerda en la misma nota.