Quería testificar en favor de su amigo que había tenido un accidente y acabó siendo detenido por ir ebrio al volante y por golpear a un agente.

Una unidad de Atestados de Policía Local se dirigió a las inmediaciones de Carretera del Altet para asistir un accidente de tráfico la pasada semana. Durante el proceso de toma de declaraciones y recopilación de datos y testimonios, se encontraba un conductor, relacionado con una de las partes implicadas, que indicaba que había observado la dinámica del accidente mientras circulaba detrás de uno de los vehículos, según ha comunicado hoy la Jefatura local.

Sin embargo, el fuerte olor a alcohol que desprendía, su insistencia en la conducción de su turismo particular y diversa sintomatología característica de la influencia de alcohol, llevó a a los agentes a someterlo a una primera prueba de alcoholemia. Esta sobrepasó la tasa máxima permitida, acercándose al límite en el que se debe considerar un delito contra la Seguridad del Tráfico, tal y como ha comunicado la Policía Local hoy.

Los agentes le advirtieron de la necesidad de una segunda prueba de contraste y el implicado no sólo mostró una actitud poco colaboradora, sino que directamente abandonó el furgón, se subió en su coche e intentó marcharse del lugar. Uno de los agentes tuvo que introducirse en el vehículo para evitar su fuga, pero el hombre acabó reaccionando de forma violenta y golpeando en la cara al agente. Con el apoyo del resto de efectivos presentes el hombre pudo ser reducido pese a su activa resistencia y corpulencia y fue detenido.