Las ayudas para pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que esperan más de 6.000 familias podrán empezar a llegar a finales de este mes. Es el plazo que maneja el equipo de gobierno, una vez que ayer la oposición desbloqueara las prestaciones sociales de 150 euros, tras forzar al tripartito a desvincularlas del aumento del gasto en otras concejalías. Unas ayudas que hace diez días deberían haber sido aprobadas en un pleno ordinario y que se han retrasado tras el choque de intereses entre gobierno local y oposición.

Y es que, a finales de octubre, PSOE, Compromís y Partido de Elche llevaron al pleno una modificación presupuestaria para ampliar las ayudas al IBI, pero estaban condicionadas a subir en 382.000 euros el gasto en otros departamentos municipales, entre ellos en Cultura, Fiestas y Alcaldía. La propuesta del equipo de gobierno era meter en el mismo paquete tanto las ayudas sociales, como el aumento de los otros gastos y que se votaran a la vez. Pero eso no convenció a la oposición y optó por dar la sorpresa en octubre y frenarlo todo acusando al equipo de gobierno de querer «enmascarar» sobrecostes.

Ayer, tras obligar al Ejecutivo local a cambiar de maniobra y a convocar un pleno extraordinario, todos los grupos políticos apoyaron por unanimidad una modificación presupuestaria para ampliar el fondo social de 600.000 a 900.000 euros, lo que permitirá que las familias que solicitaron ayuda al Ayuntamiento en verano puedan empezar a recibir en las próximas semanas 150 euros.

Tras la polémica generada hace dos semanas, el ejecutivo local sometió ayer a votación por separado el ajuste presupuestario para ampliar las bonificaciones del IBI y también optó por retirar el incremento del gasto en Cultura (subía en 165.000 euros), Alcaldía (15.000 euros) y publicidad (5.000 euros). Se trata de las tres áreas que más criticaron desde la oposición durante los últimos días. Por otro lado, el tripartito logró sacar adelante, con la abstención de la oposición, el otro reajuste del presupuesto por 197.000 euros, para Fiestas, SUMA y agua potable, entre otros gastos.

Sin embargo, ayer los reproches, que en las últimas semanas han ido cruzándose entre los responsables municipales y la oposición, no se quedaron atrás y protagonizaron el pleno. La tensión de PSOE y Compromís con PP y Ciudadanos acaparó casi todo el debate.

La oposición culpó al equipo de gobierno de falta de transparencia y acusó a los responsables municipales de no informar de sus maniobras en la comisión de Hacienda. Algo que fue negado por la edil del área Ana Arabid, quien defendió que la oposición tiene la obligación de preguntar cuando toca y que áreas como la de Cultura habían entregado a Cs un informe justificando todos los gastos.

Los reproches

Ciudadanos acusó al equipo de gobierno de querer hacer en el pasado pleno «una trampa caprichosa y chantajista». Su portavoz, David Caballero, insistió con los sobrecostes de Cultura, lo que tras el pleno, le costó unas palabras después con algún que otro concejal del PSOE, que le acusó de hacer teatro y no hacer política. El PP, a través de su portavoz adjunto, Vicente Granero, incidió en que el "tripartito antepone sus intereses partidistas y ha quedado demostrado tras sus rectificaciones». Tildó la maniobra de enmascarar las ayudas al IBI con el aumento del gasto de «fiasco del tripartito».El portavoz de Ilicitanos por Elche, Fernando Durá, también se pronunció en ese sentido y recriminó al ejecutivo local «haber querido colar otros gastos injustificados».

El PSOE, por medio de la edil de Hacienda, Ana Arabid, responsabilizó a los populares de subir el IBI cuando gobernaban, además de recriminarles su actitud. Acusó a la oposición de «irresponsables» y de que las ayudas al IBI vayan a llegar más tarde por su bloqueo.

La concejal de Hacienda se defendió de las acusaciones descartando que haya «nada oscuro» en todo este proceso. Desde Compromís, Mireia Mollà, presumió de la gestión municipal y de ser «el único Ayuntamiento que tiene estas ayudas». En un tono combatiente culpó a la oposición de hacer una «jugada sucia» y se dirigió especialmente al PP, al recordarles que «fue Montoro quien puso el nombre de propaganda a un concepto para referirse a publicidad, por una orden ministerial». No se quedó ahí, atacó a los populares reprochándoles que si estuviera el anterior concejal de Hacienda, Manuel Latour, «hablarían cuando toca».