El Hospital del Vinalopó de Elche concluyó ayer una nueva edición de La Muerte y el Buen Morir, unas jornadas que hasta el año pasado se realizaban en el Hospital General y que ponen el foco en la importancia de prestar asistencia no solo médica, sino psicológica y emocional a los pacientes que afrontan la etapa final de su vida. En este sentido, ayer tuvo lugar una mesa redonda en el centro hospitalario que abordó el acompañamiento en el proceso de morir, los aspectos sociales del acompañamiento, entre otras cuestiones.

También se puso sobre la mesa los cambios de la Ley 16/2018 de la Generalitat Valenciana de Derechos y Garantías de la dignidad de la persona en el proceso de atención al final de la vida, ya que «cuando las decisiones políticas son claras se facilita el proceso de morir y el diagnóstico de la muerte», apuntaron desde el centro hospitalario.

Acercamiento

Estas jornadas también sirvieron para acercar a la dirección del Hospital del Vinalopó y a la Conselleria de Sanidad, tras los tiras y afloja que han mantenido en los últimos años debido al rechazo del Consell al modelo de gestión privada del Hospital, y que ha conllevado la reversión de la concesión en el Hospital de Alzira. Por primera vez en esta legislatura, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, acudió a la inauguración de un acto organizado por el Hospital del Vinalopó. Una anécdota que no pasó desapercibida.