Diciembre está a la vuelta de la esquina y la Asociación de Belenistas de Elche trabaja a toda máquina para hacer realidad una de las señas de identidad de las fiestas navideñas ilicitanas. Su nave, situada en el polígono de Carrús, es desde hace nueve meses una auténtica factoría de obras de arte. El objetivo: sorprender con un renovado Belén en la Glorieta.

Entre grandes planchas de corcho de todas las clases que existen, pinturas, luces, tijeras, pegamentos, cientos de figuras.... los artesanos del Belén se afanan por idear cada año nuevas construcciones y recrear todas las escenas bíblicas en torno al nacimiento de Jesús. Y así cada noche desde el mes de abril, la «fábrica de la Navidad» trabaja gracias al empeño altruista de 25 personas desde que en 1987 fundaron la asociación en Elche.

El reto de cada año es ofrecer un Belén totalmente renovado. Y es que nunca es igual que el año anterior y cada construcción es distinta Navidad, tras Navidad. Es la esencia de la Asociación de Belenistas. Con este desafío por delante, sus artífices ultiman ya el trabajo en la nave de Carrús para trasladarse en apenas unas semanas a la Glorieta, donde comenzarán con el montaje, en pleno escenario donde se inaugurará el Belén el 8 de diciembre. En un espacio de 15 metros de largo por cinco de ancho, las construcciones de la época se entremezclarán con las escenas bíblicas y 800 figuras.

Este año no solo serán diferentes las casas, sino que el concepto del Belén será completamente diferente. «La perspectiva es totalmente renovada. Hemos apostado por darle una mayor profundidad al montaje», explica el presidente de la Asociación de Belenistas, Víctor Sánchez. Y junto a esa novedad, la iluminación también será clave esta ocasión. Los artífices del nacimiento municipal utilizarán un nuevo sistema para representar la noche y el día de manera gradual y sin cortes bruscos, con la intención de dar un mayor realismo a toda la escena.

Cursos

Algunas de las técnicas que los belenistas emplean para dar vida al montaje de la Glorieta han empezado a ser utilizadas esta semana por 60 personas que han asistido a una nueva edición del cursillo que organiza la asociación. Desde niños a mayores se han colocado la bata para aprender los secretos de los maestros del Belén, en las instalaciones municipales del Bailongo.

Tras cuatro días de lecciones y de aprendizaje, hoy pondrán el broche final a sus creaciones y recibirán los diplomas, tras creado con sus propias manos una construcción típica de la época, con la que podrán presumir en sus casas estas navidades. El año próximo tocará ampliar las creaciones.