n La línea K de los autobuses urbanos completará su recorrido hasta lograr un circuito circular cerrado en febrero de 2019 por 700.000 euros anuales de gasto extra. La junta de gobierno aprobó ayer la modificación del contrato de gestión de Autobuses Urbanos de Elche, con el objetivo de llevar a cabo el cierre completo de la línea K en ambos sentidos. Así lo explicó la concejala de Movilidad, Esther Díez, quien dijo que esta actuación se enmarca en las políticas del equipo de gobierno para fomentar el transporte público.

«La línea K es la que ha experimentado el incremento más alto de usuarios en los últimos años y de hecho ya se ha colocado como la segunda línea más utilizada», defendió la edil. Por ello, el pasado año ya se llevó a cabo esa prolongación hasta el Hospital General y la nueva propuesta es completar el círculo entero de esta línea uniendo todos los barrios periféricos del casco urbano en ambos sentido. Díez aseguró que «es una de las actuaciones más importantes en materia de autobuses urbanos y en este sentido lo que ha hecho la junta de gobierno es aprobar esa modificación del contrato necesaria para adquirir cuatro nuevos autobuses».

Dos de estos autobuses serán híbridos y otros dos térmicos, que son los vehículos convencionales y que son necesarios para que la línea tenga servicio en todo momento. La modificación de este contrato supone un aumento de 710.000 euros anuales, básicamente para sufragar el pago del personal conductor que tiene que gestionar esos vehículos y el gasto en combustible.