Yo era uno mas de los amigos de Paco, que éramos una infinidad. Y yo creía que Paco no moriría nunca, pero cuando pasa la guadaña se lleva al más pintado, con su cuerpo atlético, su sencillez, sus humanidades, su bicicleta, su hija rubia... por todo el pueblo te tropezabas con ellos. Él sabrá la cantidad de veces que recorría el Camino Viejo de Elche a Santa Pola. No pude decir el último adiós al amigo Paco, me encontraba hospitalizado. Su historial como montañero es insólito en la sierra ilicitana. Sus piés lo han pisado todo. También los Pirineos, Sierra Nevada, el Camino de Santiago, el Camino de la Plata y todas las montañas de la regiones valenciana y murciana. Era un ilicitano cien por cien. No me gusta poner nombres, pero cómo voy a olvidar a Manolo Jaén, íntimo amigo de Paco, ellos sabrán lo que habrá recorrido juntos. Voy a despedirme de este mítico personaje. Mi más sincero pésame para toda la familia. Paco ha muerto pero su silueta siempre estará en la mente de todos los aficionados ilicitanos a la montaña.