El Ayuntamiento de Elche logró en mayo de 2017, y de ello hace prácticamente año y medio, que la Unión Europea le financiara proyectos por valor de 30 millones de euros de los cuales la mitad saldrían de las arcas municipales y el resto de Bruselas a través de lo que se denomina Fondos Edusi. No fue el de Elche el primer ayuntamiento de la provincia en lograrlos pero el éxito de conseguir tanta financiación se explicaba por la perentoria necesidad de llegar a cabo una serie de mejoras urbanas, medioambientales o tecnológicas que ayudaran a revitalizar la ciudad a corto-medio plazo. El Ayuntamiento, en definitiva, se vendió bien. Europa, dada a repartir millones muchas veces sin saber dónde van (es lo que pasa cuando el dinero no es de uno), dio un plazo al Ayuntamiento ilicitano, como al resto de beneficiados por esta lluvia de dinero, para que le sustanciara los proyectos y, por anualidades, ir presentándoselos para su aprobación.

En los presupuestos del Ayuntamiento de 2018 aparecían dos millones de euros para estos menesteres y por lo que sabemos (que es por lo que contó ayer la oposición del PP personificada por Pablo Ruz) en lo que ve de año Europa sólo ha dado luz a un gasto de 400.000 euros porque, entendemos, el equipo de gobierno no ha tenido tiempo para gestionar más? Ahí se acaba la luz y taquígrafos del tripartito con este asunto. Y algo está fallando cuando no se dan más explicaciones.

La relación de proyectos salió publicada hoy en el diario INFORMACIÓN y la tiene usted a su disposición por mor de una filtración porque el equipo de gobierno aún no la ha presentado. Vamos, sabe en qué se quiere gastar el dinero pero no lo ha contado de forma pública, lo que tendría que haber sido su prioridad -¿quizá es porque a algunos a los que se les ha prometido ayudas no van a tenerlas?-.

Según Europa, diez de los 30 millones se tienen que gastar en los próximos 14 meses (antes de acabar 2019) para demostrar que aparte de venderlos bien para que se le aprobaran también hay capacidad para gestionar aquello que se solicita. Y, visto que en 17 meses sólo nos hemos gastado 400.000 euros y hay unas elecciones municipales de por medio, me temo que no llegaremos a tiempo de cumplir los plazos porque la burocracia del procedimiento es "muy compleja", asegura a modo de excusa el Ayuntamiento (permitan que me ría de una administración quejándose de otra todavía más lenta y burócrata). Y si sabía que es compleja la tramitación y no se ha dado prisa por resolver el problema, poniendo los medios necesarios para ello, algo está fallando.

El alcalde de Elche, Carlos González, es en último término el responsable de que toda la maquinaria esté engrasada y funcione, pero todos sabemos y él el primero, que esto no está siendo así, otra cuestión es que muchas veces se esté ocultando con un evidente éxito, y no quiero mirar para Urbanismo donde el concejal, José Manuel Sánchez, lleva meses ausente y reclamando más personal para sacar proyectos en lo que parece más que predique en mitad del desierto por méritos propios.

Si a estas alturas los Fondos Edusi están supuestamente paralizados por un problema de burocracia, que no sabemos en qué consiste: si en que no hemos hecho los deberes, si los hemos hecho mal o si ni tan siquiera hemos presentado los proyectos, y si sólo tenemos el visto bueno de Europa para gastarnos 400.000 euros cuando teníamos dos millones en los presupuestos de este año, y tenemos que enterarnos por la oposición de los proyectos del equipo de gobierno, insisto, algo está fallando.

Evidentemente es mucho más fácil anunciar con prisas un plan de limpieza en las pedanías tres días después de que los pedáneos y vecinos te pongan la cara colorada en un debate sobre el estado de la ciudad y que, como bien decía ayer el edil Juan Antonio Sempere, de Ciudadanos, no sabemos cómo, de qué forma y cuándo se va a ejecutar, pero sí les digo que si algo se tiene que pagar ya les digo que saldrá de sus impuestos. Y en eso, no fallan.