P Esta noche presenta en el Gran Teatro Leche negra

R Me ha llevado meses de investigación, de búsqueda. Me he ido encontrado con Paul Celan, un alemán de origen judío que tiene textos maravillosos. Otro tema, Amor líquido, está basado en las enseñanzas del sociólogo Bauman. También he cogido letras de Machado o de Donato Ndongo, un escritor guineano que he tenido la suerte de conocer hace poco. Todo esto me ha llevado a picotear por palos habituales del flamenco como la bulería, los tangos o las seguiriyas.

P ¿Cómo ha relacionado todo esto con la sociedad actual?

R Leche negra tiene una doble intención, es un oxímoron. Todo el mundo sabe que la leche es blanca y que la negra hace referencia a la mala leche. Como la que se empleó en los campos de concentración. Ahora, aunque no haya sangre ni muerte física, nos están asesinando. El amor líquido también habla de la poca solidez de las relaciones en todos los aspectos, materiales y espirituales. El trabajo tiene un hilo conductor y está enfocado a volver blanca tanta leche negra.

P ¿Existe apropiación cultural en el mundo del flamenco?

R El flamenco es una forma del ser humano de llamar al corazón. Cada uno arrima el ascua a su sardina y respeto a todos los artistas. Esos debates no suman. También se asesinó a Morente en su momento, a Camarón, a Paco de Lucía por girar la guitarra y llenar de hippies el Teatro Real. Hay que valorar más a la gente que tiene narices para salir a la palestra y ser trasgresora con su arte.

P Volvamos a su música, ¿qué siente cuando actúa en su casa?

R En Elche siempre siento un cariño especial. Actuar en casa es complicado pero estoy deseando mostrar mis juguetes nuevos. He estado tiempo sin poder exteriorizar lo que sentía porque este trabajo me ha llevado mucho tiempo, he estado volcado en él los últimos diez meses.

P Cuando empezó a tocar la guitarra en su adolescencia, ¿imaginaba cantar en teatros?

R No he pasado por el circuito de bares. Soy un músico, como muchos gitanos de este país o negros de Estados Unidos, que ha crecido en la iglesia. Mi circuito ha sido muy parecido al teatro, lugares en los que el público viene a escuchar y está muy pendiente de lo que ocurre en las tablas. Mi carrera no ha sido de ir escalando, de tocar primero en garitos. Me molestaría actuar en un bar mientras la gente bebe copas.

P ¿Cómo está la escena flamenca actual en esta ciudad?

R Elche es un pueblo muy rico musicalmente, con personas de todos los lugares que te sorprenden. La Negra es un personaje distinto a Miguel Campello y, a su vez, son diferentes a Niño de Elche. Cada uno tenemos nuestro rollo, no hay una escuela concreta. Elche es una mezcla de muchas cosas y en la variedad está el gusto. También tenemos la Escolanía del Misteri.

P Precisamente ha colaborado con la Escolanía en su disco, ¿qué tal esta experiencia?

R Era algo necesario, de cajón. Muchas veces buscamos fuera lo que tenemos en casa. Pensaba en colaborar con la Escolanía de Montserrat y, de repente, me di cuenta de que en mi propio pueblo tenía lo mismo. Esos niños son gloria bendita y me lo han puesto muy fácil. Trabajar junto a ellos ha sido un grito de reivindicación y de esperanza.

P ¿Mantiene el proyecto musical de la Trova Gitana que puso en marcha hace unos años?

R Seguimos ahí. Aparecimos en un momento de mucha indignación y ese malestar se mantiene. Mezclábamos flamenco con géneros como el rock o el funk. Tuvimos una acogida fantástica. Llegamos a publicar un tema dedicado a Rita Barberá y ese mismo día se murió la mujer. En la Trova somos muy amigos y queremos lanzar otro disco.