El Ayuntamiento activará el próximo lunes un nuevo plan de limpieza e incrementará la vigilancia policial para atajar los vertidos de residuos en el campo de Elche y tratar de hacer frente al mayor problema que hoy por hoy denuncian las pedanías. Así ha respondido el equipo de gobierno ante la lluvia de críticas de los representantes de las partidas rurales en el debate del estado de la ciudad celebrado el lunes y el martes. Un agitado encuentro con políticos en el que las pedanías acusaron al Ejecutivo local de tener «abandonado» el Camp d'Elx. El área Limpieza no ha tardado ni una semana en reaccionar, tras la queja casi unánime, ante un problema endémico de los últimos años con el que se ha acabado cuestionando los servicios de limpieza ante la suciedad acumulada durante días, junto a los contenedores.

El edil del área, Héctor Díez, atribuía ayer el problema al incivismo de aquellos que no utilizan los puntos limpios y también al incremento de la actividad económica que lleva aparejada obras menores. Si bien también es cierto que desde el tripartito han llegado a reconocer que una tercera parte del término municipal de Elche y un 15% de la población sin atender en condiciones por el actual servicio de limpieza y de recogida de basuras, vigente desde el año 2000 y sin estar adaptada a las necesidades de la ciudad después de dos décadas, tras llevar a sus espaldas incluso una prórroga del contrato.

Ese plan que ayer anunciaba el concejal del área, Héctor Díez, pasa por recoger puerta a puerta los enseres en las viviendas del Camp d'Elx, con el objetivo de combatir la acumulación de basura fuera de los contenedores que hay colocados por los caminos rurales. «El departamento redoblará los esfuerzos para mantener los contenedores del diseminado campo de Elche lo más limpio posible», apuntó Díez. De este modo, bastará con llamar al teléfono de recogida de enseres y dejarlos en la puerta de la vivienda, para que el servicio municipal los retire.

La segunda medida va encaminada a combatir la acumulación de restos de poda junto a los contenedores. Por ello, también, a partir del lunes, además de los dos equipos que trabajan por la mañana, el servicio de limpieza incluirá otro equipo más por las tardes para incrementar la recogida.

Estas actuaciones se completarán con un aumento de la persecución policial para tratar de dar con los infractores, y sancionarles por desprenderse de escombros, enseres y podas en lugares que no están autorizados. Precisamente, este es uno de los principales caballos de batalla del Ayuntamiento, ante la dificultad de pillar in fraganti a los que vierten ilegalmente los residuos, lo que haría necesaria una patrulla policial permanente en cada punto.

Escombreras

La presencia de escombreras improvisadas a lo largo y ancho del término municipal ilicitano no solo han acabado desatando las denuncias vecinales y de colectivos locales, sino también la persecución de las fuerzas de seguridad. De hecho, este año, el vertido de residuos se ha convertido incluso en la principal causa por la que la que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil interviene y levanta actas en Elche, al dispararse los casos.

Paralelamente, el Ayuntamiento y la Policía Local tienen ya señalizados 50 puntos negros, donde se producen vertidos irregulares y donde se advierte de las sanciones económicas. No en vano, el equipo de gobierno tiene, al menos, un centenar localizados. De este modo, el Seprona se encarga de levantar actas y de dirigirlas entonces al Ayuntamiento y a la Generalitat para que, a partir de ahí, las administraciones tomen cartas en el asunto e interpongan las multas. Sin embargo, no todos los vertidos de residuos se producen en las mismas circunstancias.

Futura contrata

Por el momento y mientras entra en funcionamiento el nuevo servicio de basuras en 2020, el equipo de gobierno tiene intención de que en la adjudicación de la futura contrata se puntúe a las empresas que presenten soluciones para atajar los problemas que generan las podas en el Camp d'Elx.

Una de las cláusulas que el tripartito pretende incluir, por ejemplo, en el pliego de la nueva contrata, es reforzar la brigada rural que se dedica a la recogida de los restos vegetales que se depositan junto a los contenedores situados en caminos del término municipal. El borrador inicial apunta a que el actual problema de las podas incontroladas se corregiría con el nuevo dispositivo reforzado, pero también por los aumentos de los servicios de repaso y recogida de enseres y por la brigada de limpieza de solares.

Ante los continuos vertidos de residuos en el río Vinalopó, el equipo de gobierno también contempla ya la creación de una brigada de limpieza de este enclave para recoger desperdicios en zonas pisables y ajardinadas de la ladera. La idea es contar con equipos que pongan el foco entre el puente Bimil·lenari y el de Barrachina con la realización de trabajos verticales dos veces al año. En este punto, más allá de los escombros también se generan problemas con toallitas arrastradas en los días de lluvia por la bajada del agua, procedentes también de la depuradora.